Pese a que el comercio en Colombia parece enfrentar una baja en sus cifras, de acuerdo con las declaraciones de Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes Empresarios (Fenalco), y que la compra y venta de viviendas VIS también estaría tambaleando, hay un sector de la economía que estaría contrastando con la compleja tendencia.
Se trata de la construcción de lujo, una industria que parece moverse con más propiedad en el mercado de la exclusividad, en vista de que la demanda de este tipo de propiedades estaría acrecentándose.
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Según cifras de la constructora L&A Constructores, “el mercado de la construcción de lujo en Colombia está experimentando un auge sin precedentes, impulsado por una creciente demanda de propiedades exclusivas”.
De hecho, los número que tiene la entidad revelan que “en los últimos cinco años, el segmento de lujo ha registrado un crecimiento promedio anual del 12%”. De hecho, las proyecciones apuntan a un crecimiento anual del 8 al 10% para el año en curso.
De acuerdo el comunicado, una de las motivaciones principales es que se han ensanchado los bordes de las clases alta y media alta en el país. Aunque pareza un tanto difícil de ver —con un enfoque en las cifras del comercio y las ventas de viviendas de interés social—, en estos sectores socioeconómicos el poder adquisitivo ha aumentado.
Es por tal razón que la demanda de las construcciones imobiliarias de lujo se han dinamizado y potenciado. “Este incremento se debe a un aumento del 15% en el poder adquisitivo de los colombianos. Además, la inversión extranjera ha sido un factor crucial, aumentando en un 20% la inversión directa en bienes raíces desde 2018, especialmente en ciudades como Bogotá y Cartagena”, emitió la información de la constructora.
Generación de empleo con este tipo de construcciones
Ahora bien, desde la óptica de los beneficios que se pueden obtener con la edificación de inmuebles exclusivos, hay varios factores que resultarían útiles en favor de la economía nacional, ya que cada proyecto requiere de mano de obra especializada que genera empleo.
Andrés Felipe Linero, gerente general de L&A Constructores, afirmó que “la construcción de lujo tiene un impacto positivo en la economía y el desarrollo urbano del país. En primer lugar, genera empleo a través de la creación de numerosos puestos de trabajo tanto directos como indirectos”.
Estos empleos comienzan a verse, en especial, durante la etapa de construcción, pues “se requiere una fuerza laboral especializada, que incluye arquitectos, ingenieros, diseñadores y trabajadores de la construcción”. Pero no solo eso. Salinas garatniza que una vez construidas las propiedades se siguen necesitando personas que serán empleadas. “Posteriormente, la operación y el mantenimiento de estas propiedades de lujo continúan creando empleos en áreas como administración de propiedades, servicios de conserjería, seguridad y mantenimiento”, como sostuvo Linero.
No solo el comercio, la venta de viviendas ha caído en más del 30%
No obstante, en la otra cara de la moneda, la construcción de inmuebles estándares, o VIS, se ha enfrentado a una baja en ventas un tanto preocupante. A finales de abril del año en curso, RCN Radio diálogó con Guillermo Herrera, presidente de Camacol, quien ofreció un diagnóstico sobre este sector de la industria.
Los datos revelan que entre enero y marzo de 2024, las ventas de vivienda experimentaron su nivel más bajo en 15 años, con una reducción del 17.7%. Y eso solo fue en un par de meses: durante los últimos 12 meses, las ventas de vivienda cayeron un 34%, las iniciaciones de obras disminuyeron en un 31% y los lanzamientos presentaron una caída del 41%.
Con respecto al desempeño de la última década, estas cifras reflejan un descenso significativo en comparación con el periodo 2013-2019, cuando la comercialización mensual promedio era de 14.701 unidades, frente a las 10.474 unidades promedio mensuales actuales.
Desde Camacol advierten que este descenso no solo afecta la comercialización de viviendas, sino también la creación de empleo. Herrera subraya: “Si cae la construcción, cae el empleo”. Según las estadísticas, en 2022 se generaban un promedio de 60 mil empleos mensuales en el sector, cifra que descendió a 10 mil empleos mensuales el año pasado. La situación se ve agravada por el hecho de que el 70% de los trabajadores en construcción son personas con baja capacidad económica, quienes usualmente ganan entre uno y dos salarios mínimos.
