Días después de deslumbrar con un espectacular total look rojo en la boda de su sobrino Juancho García-Obregón en Asturias, Ana Obregón ha reaparecido en Madrid en los premios ‘Beef Awards’ que se han celebrado este miércoles en la plaza de toros de Las Ventas, donde “muy emocionada” ha recibido el premio Solidaridad por su labor al frente de la Fundación Aless Lequio. “Este es un premio de mi hijo, no es mío. Era su deseo y tanto Alessandro (Lequio) como yo, que me ha apoyado mucho en esta fundación en los momentos que hemos pasado tan difíciles, queremos financiar porque falta dinero, proyectos importantísimos para la enfermedad que se llevó a mi hijo -Aless Lequio, fallecido el 13 de mayo de 2020- que es una enfermedad que se llama Sarcoma de Ewing, que afecta sobre todo a niños y a gente joven, y faltan ensayos” ha reivindicado antes de recoger el galardón.
Una labor que no terminará con ella, ya que como ha revelado, el día que se muera pedirá a su nieta Ana Sandra que continúe al frente de la Fundación: “A mi peque cuando yo no esté le diré que tiene que seguir con la fundación de su papá”. “Eso me lo enseñó Aless, me dio una lección de vida, me dijo lo más importante en esta vida es pasar tiempo con las personas que quieres, y lo segundo ayudando a los demás” ha relatado visiblemente emocionada.
“Pensar que aporto mi granito de arena como ahora que he podido donar más de 100.000 euros de los derechos de autor del libro, los vamos a invertir en algo tan importante… Un ensayo en un hospital de Barcelona para la cura del Sarcoma. Vamos a hacer una donación de 60.000 euros” ha revelado, reconociendo que le encantaría que en unos años ninguna madre tenga que pasar por el durísimo trance que pasó ella cuando le dijeron “ya no hay más ensayos, no podemos hacer nada”. “Eso me dijeron a mí y a muchas madres, yo hablo porque tengo voz y soy personaje público, pero está la madre de Elena Huelva, están muchas madres que llega un momento que les dicen, no podemos hacer nada” ha explicado, esperanzada en que su donación servirá para ayudar a muchísimas personas.
Y es que como ha presumido orgullosa, y aunque como afirma “no soy Amancio Ortega”, su Fundación ha donado ya más de 200.000 euros y ha financiado “ensayos importantísimos a nivel europeo”. De ahí que le haya parecido “injusto” las acusaciones que se vertieron en su día especulando con que no donaría los derechos de autor de su libro como prometió en su día.
ANA SANDRA, SU GRAN ALEGRÍA
El tiempo de la bióloga se reparte entre la Fundación y su nieta Ana Sandra, que como ha vuelto a reconocer, “me ha devuelto la vida”. “La primera palabra que ha dicho es ‘papá’ viendo unas fotos y es que es clavada a Aless. El pelo, pero no físicamente, es igualita de alegre, se está riendo todo el día, igual de trasto…” ha revelado emocionándose.
Un momento en el que echando la vista atrás ha recordado cuando su hijo mordía los micrófonos cuando los reporteros les abordaban en plena calle. Algo que ahora aplaude Ana: “Con toda la razón. A nadie se le ocurre a un bebé de 15 meses ponerle un micro, qué va a hacer, morderlo, bien hecho” ha apuntado recuperando la sonrisa.
En plena cuenta atrás para el inicio del verano y la llegada de las vacaciones, la presentadora adelanta que sus “planes con Anita, Anita…” y, aunque asegura que ya no tiene edad, no descarta volver a hacer sus ya icónicos posados veraniegos. “Ya veremos… ya veremos” exclama.
Por último, Ana ha preferido no desvelar cómo está su relación con Alessandro Lequio porque “eso pertenece a nosotros y de eso no hablo”; pero sí ha admitido con un escueto “sí” que le gustaría que el italiano conociese a su nieta.