La Unión Europea manifestó este jueves su “profunda preocupación” ante el aumento de las “colisiones peligrosas” por parte de China sobre naves de Filipinas en el mar Meridional, que cada vez se producen con mayor frecuencia e intensidad, como la del pasado lunes, que dejó a un marinero herido.
“Se están produciendo colisiones peligrosas con una regularidad cada vez mayor en el mar de China Meridional, lo que se suma a una escalada constante de tensiones que deben apaciguarse en lugar de prolongarse”, indicó el Servicio de Acción Exterior del bloque en un comunicado en el que llamó a la moderación de la milicia marítima de Beijing.
“La UE reitera el llamamiento que viene haciendo desde hace tiempo a la moderación y al pleno respeto de las normas internacionales pertinentes, para garantizar la resolución pacífica de las diferencias y la reducción de las tensiones en la región”, agrega la nota, que aboga también por el apego a la Carta de las Naciones Unidas y la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar y, “en particular, la prohibición del uso de la fuerza o la coacción y la libertad de navegación”.
A la par, el portavoz del Servicio, Peter Stano, se refirió al episodio del pasado lunes, en el que buques del Ejército chino causaron daños en naves de Manila, “perforaron de forma deliberada sus botes inflables”, “saquearon” sus armas y produjeron lesiones en uno de los oficiales. El cruce se produjo en aguas adyacentes al atolón Second Thomas, que ambas naciones reclaman. Posteriormente, arrojaron todos los productos al agua.
“Un miembro de la Armada filipina resultó gravemente herido tras la embestida intencionada a alta velocidad de la Guardia Costera China durante la misión de rotación y reabastecimiento de la BRP Sierra Madre (LS57), el 17 de junio. Fue evacuado sano y salvo, y recibió tratamiento médico inmediato”, dijeron desde el Ejército. Asimismo, divulgaron fotos y videos en los que se ve a las naves extranjeras acercarse a los barcos de abastecimiento locales e interrumpir las tareas con sus maniobras intimidatorias.
Desde China, sin embargo, desmintieron estas acusaciones y dieron su propia versión de los hechos. Según Beijing, la Guardia Costera había advertido de la presencia de un buque filipino de reabastecimiento en la zona pero éste “ignoró muchas advertencias solemnes” de su parte. Se “acercó al buque chino de forma poco profesional, lo que provocó una colisión”, sumaron y sentenciaron que “irrumpió ilegalmente en el mar cerca del arrecife Ren’ai”, nombre que Beijing dio a este banco de arena.
Estados Unidos repudió este nuevo cruce e insistió en que China debe cesar sus agresiones. “Estados Unidos apoya a su aliado Filipinas y condena las acciones irresponsables y de escalada de la República Popular China para impedir que Filipinas entregue legalmente suministros humanitarios (…) Las acciones de Beijing reflejan un desprecio constante por la seguridad de los filipinos y por el Derecho Internacional en el mar”, declaró el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
A pesar de los esfuerzos de Xi Jinping por imponer su propio relato, lo cierto es que esta no es la primera vez que sus naves realizan maniobras peligrosas en la zona. Desde hace años, China reclama casi la totalidad del mar Meridional, incluido el Second Thomas Shoal, ubicado a unos 200 kilómetros de la isla occidental filipina de Palawan y a más de 1.000 kilómetros de la masa continental más cercana al gigante asiático, la isla de Hainan. En un intento por presionar al país, a menudo despliega flotas de patrullaje que suelen adentrarse en aguas no permitidas y amedrentan a los barcos militares, que responden a estas incursiones.
(Con información de EFE y Europa Press)