(ALEXANDER BECHER/)
Martín Eduardo Ávila Crespo y José Rolando Galván, identificados como miembros del Cártel de Los Zetas, fueron condenados a penas de 76 y 74 años de prisión, respectivamente, por diversos delitos, según informó la Fiscalía General de la República (FGR).
La sentencia se dictó en el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de México, con sede en Toluca.
Ávila Crespo, conocido como “El Sorullo”, fue sentenciado a 76 años de prisión por delitos de delincuencia organizada en la hipótesis de cometer delitos contra la salud, secuestro agravado, portación de arma de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. Además, se le impuso una multa de 273 mil 245 pesos.
Por su parte, Galván, alias “El Inge”, recibió una sentencia de 74 años de cárcel por su participación en los mismos delitos, a excepción de la posesión de cartuchos de uso exclusivo. Su multa asciende a 271 mil 768 pesos.
Ambos individuos fueron detenidos en mayo de 2012, en la ciudad de San Luis Potosí, específicamente en las inmediaciones de la Plaza Sendero. Actualmente, cumplen su pena en el Centro Federal de Readaptación Social número 14 “CPS-Durango”.
La FGR, a través de su Fiscalía Especializada en materia de Delincuencia Organizada (FEMDO) y en coordinación con la Fiscalía Federal en el Estado de México, presentó pruebas suficientes para lograr estas condenas, después de una serie de procedimientos judiciales.
Así fue como Los Zetas asesinaron a la enamorada de El Chapo Guzmán
Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa, mantuvo una relación sentimental con Zulema Yulia Hernández, una reclusa del penal de Puente Grande, Jalisco, antes de su primera gran fuga en 2001. Según revelaciones, Guzmán enviaba cartas de amor a Hernández, a pesar de los conflictos y abusos que sufría dentro de la prisión.
En el año 2000, Guzmán escribió una carta a Hernández donde mencionaba su emoción por el inminente traslado de ella y expresaba su deseo de encontrarse antes de su salida programada para el 19 de enero de 2001, coincidiendo con el gobierno de Vicente Fox. Hernández, condenada por robo a mano armada, salió de prisión en 2003, pero fue arrestada nuevamente en 2004 por vínculos con el narcotraficante Juan Pablo Rojas López, alias “El Halcón”.
Para 2006, Zulema Hernández volvió a prisión y su cuerpo fue encontrado en diciembre de 2008 en Ecatepec, envuelto en plástico y con signos de tortura y abuso sexual. Las marcas en su cuerpo, incluyendo letras “Z”, indicaban la posible autoría de Los Zetas, grupo rival del Cártel de Sinaloa. Este hecho ocurrió en medio de las guerras entre los cárteles de Sinaloa, Juárez, los Beltrán Leyva y Los Zetas.
Reportes de periodistas como Alejandro Almazán y Anabel Hernández indican que, durante su tiempo en Puente Grande, Guzmán obligaba a Zulema a tener relaciones con otros reclusos, aunque mantuvieron su relación hasta después de salir de prisión. Existen hipótesis de que su asesinato fue un mensaje para El Chapo, o consecuencia de actividades delictivas independientes de la guerra entre cárteles.
