Dos días han pasado desde que se conoció la noticia sobre la lamentable muerte del cabo tercero Francisco José Pardo Olivero, al interior del Batallón de Apoyos y Servicios para las Comunicaciones, ubicado en Facatativá. La familia del militar asegura que todo apunta a un homicidio y no un suicidio.
Pardo Olivero fue hallado muerto el pasado miércoles, 19 de junio, en su habitación. Recibió un disparo de fusil en la cabeza, según confirmaron las autoridades militares a través de un comunicado, en el cual también lamentaron la perdida del joven suboficial.
“El Comando del Ejército Nacional lamenta lo ocurrido y expresa un respetuoso saludo de condolencias a los familiares y amigos de nuestro suboficial fallecido, al tiempo que reafirma su compromiso con el bienestar de los hombres y mujeres que integran la Fuerza. Los hechos fueron puestos en conocimiento de manera inmediata ante la Seccional de Investigación Judicial de Facatativá”, señala el Ejército en su comunicado.
Aunque la principal hipótesis de las autoridades sugiera que la muerte del cabo tercer obedece a un presunto suicidio, los padres del joven aseguran que lo mataron e incluso revelaron una carta donde su hijo denunciaba acoso y hostigamiento por parte de un mayor.
De acuerdo con Franklin Asís Pardo Jiménez, padre del cabo Francisco José, en la habitación donde murió su hijo había rastros de más disparos. “Yo vi que en la habitación había cerca de seis impactos de bala en el techo. Supuestamente, mi hijo fue encontrado con un solo tiro en la cabeza, ¿entonces por qué hay seis tiros en el techo? Se ven los orificios pequeños del fusil”, dijo en diálogo con la revista Semana.
Por su parte, la madre del militar aseguró que en la escena del crimen encontraron un detalle, el cual sería clave para esclarecer la muerte de su hijo.
“Hay tantas inconsistencias sobre su muerte. A pesar de que se filtró la foto, donde aparece tirado en el suelo, si no hubiera salido, no nos hubiéramos dado cuenta de que tiene el fusil en la parte izquierda. Mi hijo no era zurdo, era diestro”, aseguró al citado medio la mujer.
Además, la familia descubrió otros detalles inquietantes al recoger las pertenencias de Francisco. “Cuando fuimos a buscar sus cosas, nos dimos cuenta que en el cuarto había seis tiros de fusil en el techo. Asimismo, había una ventana rota. Hemos preguntado y el tiro que tiene él en la cabeza es de salida. A él lo mataron, no sé qué habrá pasado”, afirmó la madre del cabo.
En cuanto a una carta que el suboficial había enviado al Comando del Ejército sobre presunto acoso laboral, la institución aclaró que la denuncia fue remitida a las autoridades competentes y se inició un trámite conciliatorio, aunque este no prosperó debido a la falta de ánimo conciliatorio. Posteriormente, el caso fue trasladado a la Procuraduría General de la Nación.
“Es necesario señalar que existe toda la evidencia y trazabilidad de la gestión y trámite de la denuncia interpuesta por el suboficial. No obstante, la Audiencia de Comité de Convivencia Laboral fue fallida por falta de ánimo conciliatorio del quejoso, razón por la cual las diligencias se remitieron a la Procuraduría General de la Nación, tal y como lo ordena la normatividad vigente que rige en estos casos”, concluyó el comunicado del Ejército.
Las circunstancias de la muerte del cabo Pardo Olivero siguen siendo objeto de una exhaustiva investigación, en la que su familia espera que se esclarezcan todas las dudas e inconsistencias que han surgido hasta ahora.
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