La Policía de Pakistán ha anunciado que 23 personas han sido ya detenidas por su presunta participación en el linchamiento y muerte el jueves en el municipio de Maydan de un hombre acusado de prender fuego a un Corán, cuyo cadáver acabó incinerado en plena calle por una multitud que primero atacó la comisaría donde se resguardaba en un incidente que ha dejado además ocho policías heridos.
La violencia de las imágenes ha desatado una ola de condenas en el país contra estos linchamientos, casos movidos en su mayor parte por el rumor, ejecutados por turbas guiadas por líderes integristas locales y que rara vez acaban llegando a los tribunales salvo notables excepciones como la ocurrida en 2021, cuando la víctima fue un ciudadano de Sri Lanka.
El portavoz de la Policía del distrito de Swat, Zahidulá Jan, ha confirmado las detenciones al diario ‘Dawn’, así como el comienzo de una investigación para terminar de esclarecer lo ocurrido. Según fuentes locales del diario, todo comenzó por la tarde, cuando algunos individuos hicieron correr por el mercado local la voz de que la víctima había cometido la blasfemia, un mensaje que se extendió rápidamente por las mezquitas de la localidad hasta culminar en el asalto a la comisaría.
En declaraciones adicionales al portal de noticias The News, el oficial identificó al individuo fallecido como natural de la ciudad de Sialkot, en la vecina provincia de Punyab.
Este es el segundo linchamiento del que se tiene constancia durante las últimas semanas en el país. El mes pasado, la Policía tuvo que intervenir para rescatar a un cristiano de una turba enfurecida en Sargodha, en Punyab, precisamente tras ser acusado de profanar el libro sagrado de los musulmanes, pero la víctima acabó sucumbiendo a las heridas nueve días después.