El dólar libre tocó este lunes los $1.330 para la venta, un nuevo récord nominal histórico. La divisa anota en junio una ganancia de $105 o 8,5%, un avance superior a la inflación estimada, para reforzar una tendencia ya observada en mayo.
Con algunas novedades que en el plano macroeconómico resultaron muy positivas para los operadores financieros -aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal, desaceleración inflacionaria en mayo-, el ascenso del dólar informal mantuvo su velocidad.
Es notorio que en el transcurso de los últimos dos meses el “blue” escaló $315 o 31% desde los $1.015 desde el 19 de abril, muy por encima de la inflación. Algunas explicaciones del mercado:
1) Hubo inversores que optaron por la cobertura en el billete ante una semana “extra corta” por los feriados locales de los días 17, 20 y 21 de junio. A estas fechas debió agregarse el miércoles 19 de junio, que no tuvo actividad financiera en los EEUU por la conmemoración del Día de la Emancipación y redujo sensiblemente las operaciones en el ámbito doméstico. Y el regreso a las operaciones, este lunes, sumó aún más demanda.
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2) Pago del medio aguinaldo. La plaza cambiaria, especialmente reducida en el mercado informal, registró mayor demanda por el cobro del medio aguinaldo. Era de prever que muchos ahorristas optaran por la demanda anticipada de divisas ante un eventual excedente de pesos. Una demanda que sobrepasa la oferta impulsa la suba del precio.
3) La proximidad de las vacaciones de invierno también es un motor estacional para la demanda de divisas en los canales alternativos por parte de sectores de altos ingresos que viajan en esta época a centros turísticos del exterior. Amílcar Collante, economista de CeSur (Centro de Estudios Económicos del Sur) manifestó “es probable que en los próximos meses el consumo con tarjeta en el exterior demande más dólares por la suba en la cotización de los dólares financieros y la estacionalidad por gastos fuera del país”.
La continuidad de tasas negativas en términos reales para los plazos fijos continuará impulsando al alza a los dólares alternativos
4) Dado que el dólar libre le viene ganando a la inflación desde hace dos meses, está claro que hay otras razones más “de fondo” en la tendencia y que ya se estaban observando en las últimas semanas. Una es el atraso relativo del precio del billete verde. A $1.305 para la venta, la divisa acumula un alza de $300 o 29,9% en 2024, contra una inflación de 71,2% entre enero y mayo. Esto quiere decir que el dólar es probablemente el bien cuyo precio menos subió este año en la economía argentina. En el mismo sentido va el crawling peg del 2% del tipo de cambio oficial, que solo subió 12,2% en lo que va del año, desde $808,45 a 907 pesos.
5) Tasas de interés negativas. Con una inflación que en mayo se confirmó en un auspicioso -pero aún muy alto- 4,2%, el ministro de Economía Luis Caputo aseguró ante la audiencia de la Expo EFI que “la época de la tasa real negativa culminó”.
En la última semana, la licitación de Letras del Tesoro que hizo el Palacio de Hacienda convalidó una tasa mínima de 4,25% mensual a 90 días, toda una señal para el mercado. De confirmarse el sendero de desinflación en los próximos meses, esta tasa mensual sería efectivamente positiva en base a las Lecap, que hoy son el instrumento a seguir para determinar el nivel de tasa de Política Monetaria.
En los últimos dos meses el dólar libre experimentó un alza próxima al 30% y superior a la inflación
Sin embargo, para el pequeño ahorrista -que es el mismo que se refugia en dólar “blue” o en el bursátil MEP- el ajuste de la tasa de referencia que dispuso el BCRA en mayo, ahora en el 40% nominal anual, avaló que los bancos comerciales recortaran al 30% anual la tasa de los plazos fijos, lo que equivale a un 2,5% de tasa efectiva mensual, lejos de la tasa de inflación proyectada para los próximos meses por los analistas.
Un informe de GMA Capital observó que “se trataría de una declaración ‘apresurada’ En primer lugar, todavía no es posible considerar a la tasa de corte de las Lecap como la de referencia. Es que, imponiendo montos máximos de emisión, los pesos que quedaron afuera de la subasta presionan el precio de la letra al alza, reduciendo su rendimiento. Esta dinámica fue vista luego de cada licitación del Mecon”.
“En definitiva, para que el Tesoro determine una tasa que sea el centro de gravedad del sistema, el equipo de Caputo debería estar dispuesto a tomar todos los pesos que se le ofrezcan a ese costo. Además, continúa la vigencia de la RPC (Responsabilidad Patrimonial Computable) de los bancos, que no permite que inviertan los depósitos íntegramente en títulos del Tesoro y que, por lo tanto, puedan usar la tasa como benchmark”, analizaron desde GMA Capital.
El último REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) elaborado por el BCRA prevé una inflación mensual descendente, pero aún en guarismos altos en el próximo semestre, desde 5,5% estimado en junio a 4,5% en noviembre de 2024. Estas tasas dejan al plazo fijo como una apuesta perdedora por lo que queda del año y habilita una mayor dolarización, ante un billete norteamericano que en términos reales está mucho más barato que el año pasado.
“Para que la tasa sea real positiva, la inflación de los meses siguientes debería estar por debajo de ese nivel, dinámica que, más allá del dato de inflación de mayo (4,2% mensual) todavía no está incorporado en las expectativas inflacionarias”, subrayaron desde GMA Capital.
Desde la Consultora 1816 aportaron que “el sell-off del peso se explicó por la política -dificultades para avanzar con la agenda legislativa del Gobierno-, pero también por la dinámica de tasas. Tras el último recorte del BCRA, el costo para las empresas de endeudarse en pesos pasó de ser de 2,6% de Tasa Efectiva Mensual (TEM) contra un costo de endeudarse en dólares -medido en pesos de 2,3% TEM: esa diferencia es tan chica que las corporaciones dejaron de tomar créditos en moneda extranjera, lo que había sido el motor central de oferta de divisas en el MULC en mayo. Los préstamos locales en dólares, que subieron casi USD 3.000 millones entre febrero y mayo, se estancaron desde el 20 de mayo y eso explica en parte que el BCRA haya dejado de comprar” divisas en el segmento de contado.