Al menos tres contratistas que trabajan para la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) han resultado heridos en un ataque a tiros que ha tenido lugar este martes por la noche contra su vehículo en el sur de Líbano, si bien no ha habido heridos graves.
El incidente, del que por el momento se desconoce la autoría, tuvo lugar cuando los contratistas regresaban a su casa desde el cuartel general de la FINUL que se encuentra en el sector oeste de la ciudad de Chama, tal y como ha explicado la subdirectora de la Oficina de Medios de la misión, Kandice Ardiel, en una declaración remitida a Europa Press.
“Reiteramos nuestra condena de cualquier ataque contra civiles, o de cualquier acción que ponga en peligro la vida de civiles. Esto incluye a la población local, que sigue residiendo en sus aldeas y prestando servicios esenciales para apoyar a las fuerzas de mantenimiento de la paz en su labor”, ha expresado.
Ardiel ha instado a “todos los actores implicados en el conflicto a que cesen el fuego y trabajen por una solución diplomática que ponga fin a la violencia”, mientras que ha advertido de que la FINUL ha sido testigo de “demasiados heridos y muertos como consecuencia de los intercambios de disparos”.
El Ejército israelí y Hezbolá –respaldado por Irán y que cuenta con un importante peso político en Líbano– mantienen una serie de enfrentamientos desde el 8 de octubre, un día después de los ataques perpetrados por Hamás y otras facciones palestinas. Desde entonces, las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista, han notificado la muerte de más de 37.600 palestinos.
Las tensiones han ido al alza durante las últimas semanas y Netanyahu advirtió recientemente de que el Ejército israelí “está preparado para una acción muy poderosa” en la frontera con Líbano. En respuesta, el ‘número dos’ de Hezbolá, Naim Qassem, avisó de que una expansión del conflicto derivaría en “devastación y destrucción” en Israel.