Madrid, 26 jun (EFECOM).- El FROB, la autoridad española de resolución ejecutiva, ganó 456 millones de euros en 2023, un 79 % menos, en su segundo año consecutivo de beneficios, principalmente por la revalorización de la participación del Estado en CaixaBank y por el dividendo pagado por el banco, según ha informado este miércoles la institución.
De los 456 millones de beneficio, el grueso, 405 millones, se explican por CaixaBank, que permitió al Estado ingresar, por primera vez en su historia, un dividendo de más de 300 millones de euros que contribuyó a reducir el déficit público y, por otra parte, aumentó el valor de la participación pública, superior al 17 %.
A cierre de 2023, el Estado, a través del FROB, era el propietario del 17,32 % del capital de CaixaBank, aunque actualmente ese porcentaje se eleva al 17,88 %, a consecuencia de la recompra de acciones llevada a cabo por el propio banco.
El FROB destaca además que a cierre de 2023 la acción del banco acumulaba una revalorización del 146 % desde el anuncio de la operación de fusión de CaixaBank y Bankia, que se elevaría a casi el 230 % hasta los precios de cotización actuales.
Para entender las cuentas del FROB, la partida mas significativa es la valoración de la participación en CaixaBank a través de BFA, una sociedad controlada íntegramente por el FROB, cuyo patrimonio asciende a 5.294 millones y con unas plusvalías latentes de 1.455 millones.
De ese modo, a cierre del ejercicio, el valor contable de la participación ascendía a 6.749 millones, 405 millones más que un año antes, lo que supone el grueso del beneficio del FROB. En esos 405 millones, 70 millones corresponden a las plusvalías generadas en el año y los 335 millones restantes al dividendo recibido por CaixaBank.
Con respecto a la participación en la Sareb, el banco malo que el Estado pasó a controlar a través del FROB con una participación del 50,14 %, no tiene impacto en las cuentas porque a finales de 2019 ya se valoró a cero.
Más allá de las participaciones en CaixaBank y la Sareb, en las cuentas del FROB se recoge el impacto de las garantías o ayudas que se concedieron en el pasado para que algunos bancos pudieran comprar a competidores que habían sido rescatados.
De todos esos programas de ayudas, el concedido a CaixaBank para que comprara Banco de Valencia venció en 2022, pero la liquidación definitiva se hizo en julio de 2023 con un pago previsto de 65,8 millones.
De esta manera, el coste total de este esquema de protección de activos, epa en el argot, para el FROB ascendió a 206 millones, “muy inferior” a los 600 millones que se estimó en el momento en el que se concedió.
Respecto a las ayudas que aún siguen vigentes, como las concedidas a BBVA para que adquiriera CatalunyaBanc o a Abanca para que comprara Novacaixagalicia, el FROB calcula que tendrán también un coste menor del previsto, lo que le permite anotarse casi 31 millones al beneficio del conjunto del año.
Así, solo gracias a CaixaBank y a los menores costes de los epa, el FROB ha conseguido cerca de 436 millones de beneficios en números redondos, a los que sumaría 13,3 millones más de extraordinarios como consecuencia de acciones judiciales en procedimientos en curso.
Además, el FROB ingresó 25,1 millones en 2023 de una tasa pagada por la banca para financiar sus gastos de explotación, que no corren a cargo de los presupuestos del Estado.
Sin embargo, el resultado financiero del FROB arrojó unas pérdidas de 11,6 millones de euros ya que el préstamo de los fondos europeos del rescate bancario, con un capital pendiente de 1.865 millones de euros, costó cerca de 22 millones de euros en intereses.
A cierre de 2023, la tesorería ascendía a 641 millones, de los que 519 millones estaban invertidos en deuda pública. EFECOMCOM
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