Madrid, 26 jun (EFE).- El Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN) cuenta con un nuevo escáner de resonancia magnética que duplica la potencia de los existentes, logrando una resolución que permitirá detectar cambios en el tejido cerebral de personas con patologías como el alzheimer que hasta ahora no se podían detectar.
“Esperamos y creemos que vamos a identificar cambios en el tejido cerebral con resonancia magnética que antes no era posible”, ha celebrado Michel Grothe, jefe de la Unidad de Neuroimagen de CIEN, durante la presentación de Magnetom Cima.X, de la que España ha adquirido la primera unidad de toda Europa.
Se trata del primer dispositivo de resonancia magnética de 3 Tesla dedicado en exclusiva a la investigación y que, gracias a su potencia y otras herramientas y algoritmos de inteligencia artificial, consiguen imágenes mucho más nítidas, plagadas de detalles y despojadas del ruido que pueden introducir elementos como el flujo sanguíneo.
Todo lo cual facilitará el hallazgo de características microestructurales y funcionales de las neuronas para luego vincularlas a las distintas patologías.
Aunque ahora su uso se restringe a la investigación clínica, Grothe no duda de que “a corto o medio plazo” llegue a los hospitales, con lo que ello supondrá para el diagnóstico de este tipo de enfermedades.
La Fundación Reina Sofía ha adquirido esta máquina desarrollada por Siemens, cuyo coste ronda los 3 millones de euros, gracias “a la generosidad de tantas colaboraciones”, ha agradecido su secretario, José Luis Nogueira.
Expertos en neuroimagen llevan un mes probándola y ultimando los detalles para empezar a utilizarla ya en varios proyectos de investigación; uno de ellos será dar continuidad a la iniciativa VARS, dirigida a obtener datos multidisciplinares (psicológicos, médicos, funcionales, de neuroimagen, bioquímicos, genéticos, neuropatológicos) sobre las fases moderada y avanzada de la enfermedad de Alzhéimer en pacientes institucionalizados.
El proyecto incluye un programa de donaciones de cerebro para buscar tratamientos contra el Alzheimer, el Párkinson, la ELA o la esclerosis múltiple, entre otras.
Los científicos de la Fundación CIEN cuentan con otra ventaja, y es que además de trabajar tanto con los residentes del centro asistencial de pacientes con Alzheimer de la Fundación Reina Sofía, también lo hacen con las muestras del banco de cerebros que allí se ubica y que dispone de más de 800 órganos destinados a la investigación.
Además del proyecto VARS, los investigadores van a iniciar otros dos en los que podrán utilizar esta nueva herramienta, el primero, el SCAP-AD (Screening Cognitivo y Abordaje Personalizado para Alzheimer y otras Demencias), que persigue identificar casos de la enfermedad de Alzheimer en fases tempranas.
Para él, la Fundación CIEN se encuentra en plena fase de reclutamiento de voluntarios, que deben cumplir una serie de requisitos: tener 60 años o más, no haber sido diagnosticado de ninguna demencia y no tener claustrofobia. En apenas 3 horas, tan solo deberán hacer un test digital, someterse a una extracción de sangre y muestras y a una resonancia.
El otro proyecto está dirigido a la demencia frontotemporal, la tercera causa de demencia neurodegenerativa más frecuente de nuestro entorno tras el Alzheimer y la demencia por cuerpos de Lewy, pero la segunda en sujetos menores de 65 años. EFE
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