Desde el 24 de junio, los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) iniciaron una huelga nacional indefinida en demanda de mejoras salariales que han estado congeladas por catorce años. Esta manifestación afecta varios servicios esenciales como la importación, sanidad vegetal y animal, que incluyen programas preventivos contra enfermedades como la fiebre aftosa y el carbunco aviar.
Walter Cañari, delegado del sindicato del Senasa, afirmó que este paro es del “100% total en comparación con otros años”. La decisión de huelga implica la participación de 1514 servidores del Senasa, quienes subrayan su rol decisivo en la economía nacional y el manejo de la seguridad sanitaria de 11 mil millones de dólares en agroexportaciones.
Los protestantes demandan no solo aumentos salariales, sino también la renuncia del jefe nacional de Senasa. Las medidas de protesta incluyen la toma de la línea de la Concordia en la frontera con Chile por trabajadores de diversas regiones como Moquegua, Tacna, y Puno. Este acto de protesta resultó en enfrentamientos con la Policía Nacional del Perú (PNP), que usó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
La región de Tacna, en particular, ha sentido con mayor fuerza el impacto de estas protestas, debido al despliegue de efectivos policiales en el complejo fronterizo de Santa Rosa. Según imágenes difundidas en medios, algunos trabajadores intentaron bloquear vías e ingresar al complejo fronterizo, lo que llevó a una respuesta de las fuerzas del orden que afectó también a manifestantes pacíficos.
El secretario general de Senasa declaró públicamente su postura firme de no ceder en las demandas. Indicó que la indignación ha movilizado a trabajadores de distintas regiones del país y resaltó que las acciones de protesta continuarían en los próximos días.
La huelga afecta no solo los puertos y fronteras, sino también la producción agrícola y la seguridad sanitaria en todo el país, poniendo en riesgo sectores claves de la agroexportación peruana.
“Desde el 2010 en que se amplió la actividad frutícola, se abrieron nuevos mercados para la agroexportación cuya seguridad sanitaria nos encargamos de certificar (…) en 2023 atendimos 185,768, lo que ha significado para el Perú un ingreso de casi 11 mil millones de dólares en el último año. Es decir, aportamos nuestro trabajo especializado en la generación del 25% del PBI nacional. Así también, se crearon nuevas áreas de trabajo en inocuidad de alimentos, semillas, fertilizantes, en control de plagas y en enfermedades en el sector pecuario; sin que todo este crecimiento y nuestro dedicado esfuerzo signifiquen una mejora en nuestras remuneraciones y condiciones laborales”
Denuncian 14 años de sueldos congelados tras aporte a la agroexportación
La gota que derramó el vaso fue el incumplimiento de un compromiso del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el empleador, quienes prometieron el pago de un bono de 2000 soles, del cual solo se hizo efectivo el primero en diciembre de 2022 y no el segundo en diciembre de 2023.
Agregan que las diversas administraciones de los últimos 14 años de Senasa no han gestionado mejoras salariales para sus empleados, quienes desempeñan roles críticos en la economía peruana, como el control de plagas y enfermedades en el campo, la inocuidad de alimentos y la certificación sanitaria para la exportación a 131 países.
Los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad Agraria sostiene que sus sueldos están congelados desde hace 14 años, a pesar del aumento de responsabilidades y funciones. En un comunicado, los sindicalistas explican que hace ocho años ganaron un laudo arbitral que ordenaba un aumento salarial, pero hasta la fecha dicho aumento no ha sido implementado. Además, mencionan que existen varias sentencias judiciales a su favor que tampoco han sido cumplidas.
El sindicato también subraya que, desde 2010, el trabajo especializado de Senasa ha permitido ampliar la actividad frutícola y abrir nuevos mercados de agroexportación, lo que ha generado ingresos significativos para el país. Sin embargo, este crecimiento no se ha visto reflejado en una mejora de las remuneraciones ni condiciones laborales de los trabajadores.
Con esta huelga, los empleados de Senasa esperan captar la atención de las autoridades y lograr que se atiendan sus demandas, consideradas justas y legítimas por el gremio.
Pronunciamiento de AGAP
Respecto al paro nacional que acatan desde este lunes 24 de junio los trabajadores del SENASA, la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP) emitió un comunicado donde manifiesta que el sector agrario peruano, que atiende a más de 33 millones de habitantes y exporta a más de 140 países, está siendo gravemente perjudicado por la crisis actual, fruto de la desatención que sufre desde hace varios años una de las instituciones más importantes para su desarrollo y que vela por la sanidad agropecuaria, el SENASA.
Apunta que esta paralización es consecuencia del precario sistema laboral del sector público, y del descuido de las autoridades por la institución y sus trabajadores, reflejando la falta de priorización a las necesidades de este organismo vital para el agro peruano.
“Pese al importante papel que cumple el SENASA en el crecimiento y desarrollo del sector agrario, este se viene debilitando, poniendo en riesgo su accionar, afectando el control de plagas, los programas de agroexportación, el control de importaciones, el control de enfermedades en plantas y animales, entre otros, en todo el territorio nacional”, indican.
Finalmente, exhortan al actual Gobierno, que tiene la responsabilidad de actuar de manera inmediata, a solucionar los problemas estructurales que afectan a esta importante institución, e impulsar su desarrollo y modernización, fortaleciéndola para que siga impulsando el progreso del sector agrario peruano.