Berlín, 27 jun (EFE).- Pese a que el primer embudo de la Eurocopa, el de clasificación para los octavos de final, es bastante generoso con el formato actual -pasan a la fase eliminatoria 16 de las 24 selecciones participantes-, algunas de las estrellas del fútbol del Viejo Continente no han podido atravesarlo con sus conjuntos y han quedado relegadas de la competición a las primeras de cambio, entre ellas Luka Modric y Robert Lewandowski.
La listado estaría integrada por los siguientes nombres:
– Luka Modric: La eliminación más traumática. Dos empates agónicos, uno contra Albania y otro contra Italia, han condenado a Croacia a la prematura eliminación tras debutar con una contundente derrota 3-0 ante España. El capitán de la selección ajedrezada, condición que asumirá en el Real Madrid tras la marcha de Nacho, ha estado muy lejos de su mejor nivel durante su andadura en el torneo.
En un combinado balcánico cada más veterano y con poco relevo generacional a la vista, los estragos del desgaste por una carrera de más de 18 años como internacional han hecho mella en un Modric exhausto -solamente pudo completar los 90 minutos ante Albania-, incómodo durante los partidos y cuyo único momento de brillantez llegó con un gol frente a Italia que le redimía del penalti fallado apenas un minuto antes.
Ese tanto frente a los transalpinos hubiera significado la clasificación de su selección, pero el postrero gol de Zaccagni dejó a Croacia y su enfervoriza hinchada sumida en la más profunda depresión. La instantánea de un Modric abatido en el banquillo tras el trágico final podría ser su última con la camiseta ajedrezada, a la que ha defendido en 178 ocasiones -jugador con más partidos del combinado balcánico-, llevando a su equipo a una final y un tercer puesto mundialista y una final de la Liga de Naciones. La Eurocopa ha sido definitivamente su talón de Aquiles: en cinco participaciones nunca pudo pasar de cuartos de final.
– Robert Lewandowski: Un renacer que se ha quedado a medias. Polonia esperaba que el delantero del Barcelona fuera su particular Cid Campeador, tras llegar lesionado al máximo campeonato de selecciones continentales y perderse el comienzo ante Países Bajos -derrota por 2-1-. Su participación ha sido tan decepcionante como la de su conjunto, frágil en defensa y, en varios tramos de partido, carente de ideas en ataque, sobre todo cuando su ‘9’ no estaba en el campo.
Su estreno en el segundo partido de la Eurocopa, acompañado de una atronadora ovación de la hinchada polaca cuando saltó al césped del Olímpico de Berlín frente a Austria, ya fue premonitorio: un aparatoso codazo que le costó la amarilla nada más entrar. Un par de minutos después, Austria deshacía el empate que imperaba en el coliseo de la capital de Alemania y ponía cuesta arriba el partido para los polacos. El 3-1 definitivo significó la eliminación del combinado de Europa del Este -el primero en caer en la Eurocopa-, cuando aún quedaba un partido por disputar.
En su despedida de la competición, Polonia y Lewandowski pudieron, eso sí, darse el gusto de estropearle los planes a Francia, con un empate a uno conseguido tras una pena máxima anotada por el capitán, y condenando a los galos a la parte infernal del cuadro final de la Eurocopa. A diferencia de Modric, el ariete, a sus casi 36 años, 152 partidos y 83 goles -jugador con más internacionalidades y tantos anotados de la historia de Polonia-, sí que ha confirmado que continuará jugando en el combinado que entrena Michał Probierz.
– Dušan Vlahović: Otra participación para el desengaño de Serbia, selección que no hace sino encadenar chascos tras la disgregación total de la antigua Yugoslavia -la cual ya supera las tres décadas-, y para la que debería ser su gran estrella. El delantero de la Juventus se va de la competición sin haber anotado ni un solo gol en un grupo tan insulso como el C -con Inglaterra, Dinamarca y Eslovenia-, que ha acabado resolviéndose por la diferencia de tarjetas amarillas.
Vlahović sigue sin colmar las enormes expectativas que generó su multimillonario fichaje por el club ‘bianconero’ hace dos años y medio, misma situación que traslada al conjunto nacional. En el debut ante la anodina Inglaterra de Southgate, dispuso de un disparo a la media vuelta desde fuera del área que él mismo se fabricó para neutralizar el gol inicial de Bellingham, pero el portero Pickford lo evitó.
Ante la vecina Eslovenia volvió a tener la puntería desviada -mucho menos que el fallón Mitrovic-; y ante Dinamarca, en el duelo decisivo, casi la misma inoperancia. Con solo dos puntos y cuartos del grupo, tanto Serbia como Vlahovic se van por la puerta de atrás de la Eurocopa y con la ya recurrente sensación, ambos, de ocasión nuevamente desperdiciada para dar el salto a la primera línea del Viejo Continente.
– Josko Gvardiol: Si la longeva generación de los Modric, Perisic, Brozovic y Kovacic tiene que seguir tirando de Croacia es porque la que debería liderar el defensa del Manchester City sigue sin dar un paso al frente.
Después de su extraordinaria puesta de largo en el Mundial de Catar, por la cual el equipo de Guardiola se decidió a pagar unos 90 millones de euros por el entonces defensa del Leipzig, la Eurocopa de Alemania parecía el escenario adecuado para asentarse como uno de los zagueros de referencia del continente y recoger el testigo de la vieja guardia croata, pero su torneo ha sido un fiasco absoluto.
Sobrepasado por Lamine Yamal, un chico de 16 años, en el debut ante España; retratado en el gol del empate en el descuento ante Albania y fatigado en la tragedia final ante Italia, Gvardiol acaba el campeonato con sus acciones cotizando muy a la baja. La excepción a un gran campeonato que fue aquel nefasto partido ante Argentina en Catar, se ha convertido en norma en los duelos en Alemania. A la espera de cómo se resuelva el futuro de los veteranos del combinado ajedrezado, mucho deberá mejorar el defensa del Manchester City para asumir unas riendas que, de momento, le vienen muy grandes.
– Dominik Szoboszlai: La personificación de que en Hungría cualquier tiempo pasado fue mejor. Un partido le ha sobrado, y no en el que precisamente participaban los magiares, para haber superado la fase de grupos, tal y como consiguieron en Francia 2016; pero Portugal no hizo su parte -cayó contra Georgia- y la selección capitaneada por el jugador del Liverpool tuvo que hacer las maletas antes de las eliminatorias.
Nadie esperaba que Szoboszlai se reencarnara en Puskás o Kocsis durante el torneo, pero sí que liderara a un combinado que acudía a la Eurocopa tras una extraordinaria fase de clasificación, que concluyó invicto y primero de grupo.
Dos derrotas inapelables ante Suiza y Alemania les dejaron en la cuerda floja desde el inicio. La agónica victoria ante Escocia con el tanto de Csoboth daba a Hungría una pequeña esperanza de finalizar entre los mejores terceros. Pero Kvaratskhelia y los suyos les hicieron despertar del sueño.
Muy lejos quedan las semifinales que Hungría disputó en las ediciones de 1964 y 1972, por no hablar del ‘Equipo de Oro’ de los 50. Desde luego que Szoboszlai y pobre actuación, que se suma a su inconsistente temporada en Liverpool, no han servido de revulsivo para reverdecer viejos laureles.
Juan Manuel Sánchez