El Ejército israelí afirmó este jueves haber matado a un miembro del grupo terrorista Hezbollah en un ataque llevado a cabo con drones en Sohmor, el sur del Líbano.
Israel ha justificado este ataque contra el combatiente, identificado como Ali al Din por Hezbollah, asegurando que estaba detrás de algunos de los últimos bombardeos lanzados contra el norte del país.
“Aviones de combate han atacado edificios utilizados por el grupo terrorista en Houlan y Aitaroun, en el sur del Líbano y también nuestras tropas bombardearon con artillería otras zonas del sur”, agrega el Ejército en un comunicado de hoy.
Unas horas después Hezbollah respondió con el lanzamiento de decenas de cohetes” tipo ‘Katyusha’ contra una base militar en el norte de Israel.
La milicia armada dijo en un comunicado que “decenas de cohetes Katuysha” fueron lanzados contra “la sede principal de la defensa aérea perteneciente a la comandancia de la zona norteña (israelí) en Birya”, sin aportar más detalles.
Algunos medios israelíes hablan de 40 cohetes y señalan que el sistema de defensa antiaéreo, la conocida como Cúpula de Hierro, ha logrado interceptar la mayoría de ellos. De momento, no se han reportado víctimas.
El grupo terrorista dijo en un comunicado que “decenas de cohetes Katuysha” fueron lanzados contra “la sede principal de la defensa aérea perteneciente a la comandancia de la zona norteña (israelí) en Birya”, sin aportar más detalles.
Asimismo, indicó que el ataque fue en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza por su “valiente y honorable resistencia” y en respuesta a “los ataques del enemigo contra la ciudad de Nabatieh y contra la localidad de Sohmor”, en el sur y el este del Líbano, respectivamente.
El comunicado se refirió así a un ataque israelí lanzado anoche contra un edificio de dos plantas en Nabatieh que dejó al menos 19 personas heridas, según informó la Agencia Nacional de Noticias libanesa ANN.
El controlador Estatal de Israel, Matanyahu Englman, advirtió este jueves al Gobierno que el país “no está preparado para evacuar a la población” en caso de que estalle una guerra abierta en el norte, a la luz de la creciente tensión con la milicia chií Hizbulá en la divisoria con el Líbano.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre, que se ha cobrado la vida de al menos 500 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 320 bajas de milicianos, algunas en Siria.
En Israel, han muerto 25 personas, entre ellas 10 civiles y 15 militares, según cifras oficiales. La peligrosa situación en la divisoria ya ha obligado a la evacuación de más de 60.000 israelíes, de la mayoría aún en hoteles y otros alojamientos subvencionados.
(Con información de EFE)