(Desde Montevideo, Uruguay) – Los precios en Uruguay aumentaron 0,36% en junio, lo que significó un segundo aumento consecutivo en la variación de la tasa de inflación. Sin embargo, el Índice de Precios del Consumo (IPC) acumuló en el año 4,96%, una cifra que está dentro del rango que el Banco Central del Uruguay (BCU) estableció como meta (3%-6%), según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
El aumento de los precios del mes anterior estuvo explicado por las variaciones en los rubros de alimentos y bebidas no alcohólicas (0,08%), vivienda (0,04), transporte (0,05) y recreación, deporte y cultura (0,08%). Pese al incremento, la inflación se mantiene más cerca del centro del rango meta que trazó el BCU (4,5%). El aumento del último mes estuvo en línea con las expectativas de los agentes del mercado.
El dato conocido este miércoles motivó un mensaje del presidente del BCU, Diego Labat, quien celebró que se cumple un año con la inflación dentro del objetivo que se trazó la autoridad monetaria.
Labat recordó que Uruguay tiene una “larga historia de inflación alta” y señaló que uno de los objetivos de su gestión fue cambiar esa tendencia y “consolidar una inflación baja y permanente”. “Para esto iniciamos un camino diferente. Tomamos decisiones monetarias más frecuentes, publicamos nuevas proyecciones y más análisis técnico y marcamos una impronta de mucho diálogo con los actores económicos”, explicó.
El BCU también buscó que “las personas y las empresas comprendan este proceso y alineen sus expectativas de inflación”. Y recordó que se fijó la tasa de interés “para que los precios se mantengan dentro de un corredor llamado rango meta”. “Hoy Uruguay logró que los precios estuvieran dentro de la meta durante todo un año y proyectamos que este proceso se consolide durante los próximos 24 meses”, señaló.
Labat destacó que tener una inflación baja “ayuda a que el dinero rinda más” y “colabora a que las empresas tomen mejores decisiones sobre inversión y empleo”. “La inflación baja es buena para todos y ayuda al crecimiento del país”, cerró.
Durante estos doce meses, Uruguay alcanzó los menores valores de IPC en casi dos décadas. En abril, por ejemplo, el IPC acumuló en 12 meses 3,67%, el valor más bajo en 18 años (en agosto de 2005 fue 3,42%).
Labat explicó meses atrás que la estrategia del BCU era ubicar al IPC dentro de los márgenes “adecuados para Uruguay”. El principal logro de las cifras de estos meses es haber demostrado que en Uruguay “sí se puede” reducir la inflación, lo que rompe con un pensamiento dominante.
“Había un discurso dominante que sostenía que la inflación no se puede bajar en Uruguay porque es un país distinto. Y en realidad lo que está claro es que Uruguay es igual a los demás países, y aplicando la misma tecnología que utilizaron prácticamente la mayoría de los países de la región y de otras partes del mundo –desde Nueva Zelanda, Europa, Estados Unidos, Perú, Paraguay, Colombia, Chile, Brasil– mostramos que sí se puede”, dijo entrevistado en La Diaria.
El manejo de la tasa de interés fue clave para lograr esta reducción. En la pandemia hubo una fuerte reacción de la autoridad monetaria al aumentar esta referencia hasta el 11,5%; luego, con mejores condiciones, el Central la redujo hasta el 8,5%.
El éxito que tuvo Uruguay en la baja de la inflación es explicado también, según algunos economistas, por un año deflacionario a nivel internacional, una economía doméstica estancada, una caída en la cotización del dólar y una fuga del consumo hacia Argentina, una tendencia que se terminó en diciembre.
En los últimos días –salvo este miércoles– se registró una valorización del dólar y algunos agentes del mercado esperan que esto tenga un efecto en la inflación.