Este verano, los cielos despejados ofrecerán una oportunidad única para observar la majestuosa Vía Láctea en todo su esplendor. Si las condiciones meteorológicas lo permiten, se podrá disfrutar de la vista de miles de millones de estrellas arqueándose en el cielo nocturno, un espectáculo impresionante y sobrecogedor.
De acuerdo con el sitio especializado Live Science, las noches alrededor de la luna nueva son especialmente favorables para observar la Vía Láctea. Estas noches, que se extienden desde el último cuarto de luna hasta tres noches después de la luna nueva, son ideales debido a la menor interferencia de la luz lunar, lo que permite una visión más clara y nítida del cielo estrellado.
Lamentablemente, la mayoría de las personas en América del Norte y Europa no tienen la posibilidad de disfrutar de este espectáculo natural sin desplazarse a un lugar con cielos oscuros. La contaminación lumínica en las áreas urbanas y suburbanas hace que sea casi imposible ver la Vía Láctea.
Además, la fuerte luz de la luna puede interferir con la observación, lo que reduce significativamente las noches adecuadas para este tipo de actividad a solo unos 10 días al mes durante los meses de verano.
Este fenómeno explica por qué aproximadamente el 80% de los norteamericanos nunca han visto la Vía Láctea en su vida. A pesar de ello, para aquellos dispuestos a hacer el esfuerzo, las recompensas son inmensas. Un cielo oscuro y despejado ofrece una experiencia visual que puede ser tanto inspiradora como humillante, recordándonos nuestro pequeño lugar en el vasto universo.
Estos son los periodos de avistamiento
Las fechas específicas para poder apreciar la Vía Láctea este año son:
- 28 de junio – 8 de julio
- 28 de julio – 7 de agosto
- 26 de agosto – 6 de septiembre
- 24 de septiembre – 5 de octubre
Durante estas fechas, se recomienda planificar un viaje a una zona con poca o ninguna contaminación lumínica, como parques nacionales, áreas rurales o reservas de cielo oscuro. Además, es aconsejable llegar al lugar de observación con suficiente antelación para adaptarse a la oscuridad, y si es posible, usar linternas con luz roja para no afectar la visión nocturna.
No olvides llevar una manta o una silla cómoda, ya que el proceso de observación puede durar varias horas. Un telescopio o binoculares pueden mejorar la experiencia, pero incluso a simple vista, la Vía Láctea promete ser un espectáculo inolvidable.
Así que marca estas fechas en tu calendario, busca un lugar alejado de las luces de la ciudad y prepárate para maravillarte con la impresionante vista de nuestra galaxia. ¡La Vía Láctea te espera!