La mayoría de las personas ha sufrido un dolor de cuello, popularmente llamado “tortícolis” (o “cuello torcido”), y dolor de espalda por dormir mal en la noche.
Además, algunos prefieren dormir del lado izquierdo, del derecho, sobre la espalda o sobre la barriga. Cada uno tiene una postura preferida para dormir, al menos al inicio del sueño porque después a menudo se suelen cambiar de posición en mitad de la noche.
Un estudio danés de 2017, publicado en el portal de salud Mente y Cuerpo en el que se analizó la postura mediante detectores de movimiento colocados en diversas partes del cuerpo de los participantes (muslos, parte superior de la espalda y brazos), determinó que pasaban la mayor parte del tiempo durmiendo de lado (más del 54% del periodo de sueño), un 38% del tiempo boca arriba y un 7% boca abajo. Además, vieron que cuanto mayores eran las personas, más tiempo pasaban de lado.
Se ha visto que esta preferencia por dormir de lado es algo que se desarrolla a medida que las personas crecen, pues los bebés duermen principalmente boca arriba (tal como se aconseja colocarlos en la cuna) y los niños mayores de 3 años suelen pasar la misma cantidad de tiempo durmiendo de lado, de espaldas y de frente.
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