Más allá de lo que Óscar Córdoba consiguió como arquero de Boca Juniors en el fútbol argentino, es una figura relevante para la selección colombiana. Participó en dos Mundiales (Estados Unidos 94 y Francia 98), ganó la Copa América 2001 y es considerado uno de los mejores guardametas de la historia. En la previa a la gran final que disputarán los equipos de Lionel Scaloni y Néstor Lorenzo este domingo en Miami, el ex golero analizó la labor de Emiliano Martínez y su combinado nacional.
“Uno analiza lo que fue su Copa del Mundo y se da cuenta que hoy en el arco de la selección argentina ha aumentado su confianza, en nombre y que tiene una estructura con la que la gente y el jugador lo reconoce. En la medida que uno va creciendo, permanentemente se encuentra con situaciones como estas. En el Mundial no fue ese gran salvador dentro de los 90 minutos, cometía errores y llevaba a que el equipo no se consolidara y ganara ese partido 1-0 como necesitaba”, fue la primera apreciación de Córdoba sobre Dibu Martínez.
Y más tarde llegaron particulares elogios: “Hoy vemos un arquero más maduro, más allá de su estilo quilombero y de flashes. Yo noto que a algunos les gusta y a otros no, pero al final del ejercicio él se está entregando en todo momento”.
Por un momento, Córdoba se puso en el lugar del pateador de un penal que tiene enfrente al arquero marplatense: “El ejecutante ve a un tipo de 4 metros de altura y con una envergadura de 6 metros. Y tiene el estrés de saber que si erra el penal va a quedar en la historia como quien no aprovechó una definición y será catalogado como responsable. Dibu ya tiene una imagen, la gente lo reconoce como atajapenales, con su estilo tan peculiar, y te lleva al estrés, es normal”.
¿Cuál es la clave para enfrentarlo? “Tienes que tener todo muy claro con un arquero de estas características, que te va a comer la cabeza, te va a comer. Tienes que estar preparado”
Luego del famoso “mirá que te como” y la eliminación de Colombia en las semis de la Copa América 2021, Dibu Martínez casi que pasó a ser palabra prohibida en suelo cafetero. La espina todavía está clavada: “Estamos a la espera de esa pequeña revancha para sacarnos el clavo del error que nos llevó a fracasar, una palabra dura, llámese por el objetivo trazado en el momento y no en el tiempo, porque Yerry (Mina) fue al Mundial y Davison (Sánchez) a Europa e hizo su carrera (NdeR: ellos fallaron en la definición de 2021)”. Y completó: “Están esperando y creería que tienen muy claro lo que van a hacer en el momento de enfrentarlo en una definición por penales, pero primero lo primero, que es tratar de hacerle daño al Dibu y a Argentina en los primeros 90 minutos”.
Por otra parte, Óscar se fijó en Lionel Messi y James Rodríguez: “A Messi no lo he visto en su dimensión. Todos sabemos de su capacidad y parte de ello habrá sido por la molestia que tuvo en los últimos partidos. Habrá que esperar a que se recupere positivamente. James ha sido un factor positivo, la selección lo arropó y él arropó a la selección con su calidad y temperamento. Nos divierte e ilusiona reflotar a una figura del fútbol colombiano. Venía con muchos altibajos, comentarios y posiciones. Hoy encontramos a un jugador más maduro que entendió hacia dónde tiene que ir de forma correcta para que el fútbol colombiano sume. Entendió su rol de responsabilidad con el país”.
EL ANÁLISIS DE COLOMBIA, LÍNEA POR LÍNEA
· “Un arquero (Camilo Vargas) que anda en buen momento. Una defensa que a pesar de haber perdido a su titular en el primer partido (John Lucumí) encontró en el trabajo colectivo e individual crecer partido tras partido. Tenemos una baja sensible que es Muñoz, que estaba sorprendiendo por ese carril derecho yendo y viniendo, con posición de gol, algo que no es fácil de encontrar en un lateral, que produzca daño en el rival”.
· “Un mediocampo que creció en fortaleza, madurez y movimientos. Un James que está en gran dimensión. Un Ríos que es una gran revelación, que supo compenetrar ataque y defensa”.
· “Y para mí de las gratas sorpresas de la selección es Córdoba, sin desconocer a Arias, en su labor titánica que no ha sido lo mismo que vimos en Fluminense, con ese juego alegre que ataca y llega a posición de gol. Aquí ha sido un poco más reservado porque tiene que cumplir un par de funciones. Y un Luis Díaz al que de pronto no vimos como queríamos verlo, pero sí fue un jugador de desgaste, de meter, de correr y que va deteriorando la salud física del rival y les permite a otros brillar con luz propia”.