Muchas personas que van a sus institutos de salud, se encuentran con el desabasto de diversas medicinas para tratar sus padecimientos, en algunos casos, ellos deben costear tenerlo, ya que deben adquirirlo en espacios privados, muchos de ellos, con altos costos.
En 2023, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrentó un creciente número de quejas por desabasto de medicamentos.
Los medicamentos que no se pudieron surtir son Clonazepam, Sitagliptina Metformina, Insulina humana de acción intermedia NPH, Levodopa y Carbidopa, y Celecoxib en cápsulas encabezando la lista, según el reporte de la organización Cero Desabasto.
La Ciudad de México registró el mayor número de reportes con 454, seguida de Jalisco con 184, el Estado de México con 118, Puebla con 61, y Chihuahua con 60, señaló el colectivo que une a 123 organizaciones.
Mientras, la Megafarmacia del gobierno de Andrés Manuel López obrador, ha sido un recurso vital para aquellos que no encuentran sus medicamentos en las unidades médicas del IMSS, con una alta demanda de tratamientos para diabetes, hipertensión y dislipidemia.
El suplemento nutricional dieta polimérica fue el producto más solicitado, aunque no se clasifica como medicamento. Las entregas de la Megafarmacia se han concentrado principalmente en la Ciudad de México (09) y el Estado de México (79).
Al desabasto se le suma el problema del robo de medicamentos
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) reportó un aumento constante en los casos de medicamentos robados o falsificados desde 2018, alcanzando un pico en 2022 con 218 reportes, y una leve disminución en 2023 con 186 reportes.
En 2020, el robo de medicamentos aumentó un 82.5%, con un mercado negro valorado en más de mil 500 millones de dólares, según cifras oficiales y privadas. La Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) estima que aproximadamente 8 millones de personas consumen medicamentos robados, los cuales pueden estar caducos y representar un riesgo para la salud.
Además, la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) coloca a México en el sexto lugar mundial en la venta de medicamentos falsificados, con seis de cada 10 provenientes de fuentes ilícitas.
Pablo Escandón Cusi, Presidente Ejecutivo de Nadro, una empresa especializada en la distribución de medicamentos, enfatiza la importancia de la seguridad en la distribución de estos productos. “La seguridad de las mercancías va mucho más allá del valor comercial de estas, pues existen productos como los medicamentos, de los cuales dependen la salud e incluso la vida de las personas”, señaló.
Nadro ha invertido en tecnología para mejorar la seguridad de sus mercancías, recibiendo recientemente un reconocimiento de la empresa global Samsara por su innovación en esta área.
El manejo inadecuado de medicamentos robados, que requieren condiciones especiales para mantener su seguridad y calidad, representa un grave riesgo para la salud pública. La compra de medicamentos en lugares no regulados como tianguis, mercados informales o redes sociales, además de ser una práctica ilegal, pone en peligro la salud de los consumidores.