Kate Middleton ha hecho su esperada reaparición en la final masculina de Wimbledon, acompañada por su hija, la Princesa Carlota, y su hermana, Pippa Middleton. Esta aparición marca su segundo evento oficial desde que anunció públicamente su lucha contra un cáncer desconocido hasta marzo de este año.
La Duquesa de Cambridge preocupó a la población del Reino Unido tras someterse a una cirugía abdominal en enero, seguida de un tratamiento de quimioterapia preventiva. Pidiendo privacidad para su recuperación, Kate se alejó del foco mediático, pero reapareció con elegancia en el ‘Trooping the Colour’, deslumbrando en un traje blanco ribeteado en negro.
Hoy, Kate ha sorprendido con un vestido morado intenso, con una parte superior entallada y una falda midi vaporosa, complementado con un lazo negro en el pecho. Su look se completaba con un mini bolso rígido beige con toques dorados, brazaletes dorados y pendientes XXL en forma de lágrima.
La Princesa Carlota, por su parte, lucía un encantador vestido azul marino con lunares y volantes, acompañando a su madre con una sonrisa radiante. La presencia de Kate en el torneo fue confirmada solo un día antes por el Palacio de Kensington, y su llegada fue recibida con una cálida ovación por parte del público, que ella agradeció con una sonrisa.
Antes de tomar asiento en el palco real, Kate se reunió con algunas jugadoras del torneo, mostrando su apoyo y entusiasmo por el evento. La ausencia del Príncipe Guillermo fue notable, ya que probablemente asistirá con su padre, el Rey Carlos III, a la Final de la Eurocopa entre España e Inglaterra en Berlín, donde también se esperaba la presencia de Felipe VI y la Infanta Sofía.
La reaparición de Kate Middleton ha sido un rayo de luz para el público británico, mostrando su fortaleza y elegancia en medio de su lucha personal. Su participación en este evento ha sido un recordatorio de su pasión por el tenis.