Sumar un gato a tu familia es una decisión que no se puede tomar a la ligera, va más allá de elegir un color, pues cada subespecie de este animal tiene características, comportamientos y necesidades diferentes. Tener en cuenta estos puntos hará que sea más sencillo saber cuál ejemplar es el ideal para ti.
Un animal de compañía representa una gran responsabilidad, la criatura va a depender completamente de ti. Por este motivo es importante valorar los pros y contras antes de adoptar a un felino. Esta especie destaca por aprender rápido, ser activo, territorial y generalmente los propietarios necesitan de tiempo de calidad para adaptarlos a su nueva vida.
De acuerdo con información de Purina, empresa productora de alimentos para mascotas, los gatos necesitan de espacios diferenciados para que se sientan cómodos. Durante este proceso generalmente los animales recorren los diferentes espacios del hogar hasta adaptarse por completo.
Por estas razones en Infobae te compartimos las características y necesidades del Burmés que te pueden ayudar a saber si es el felino ideal para tu estilo de vida.
Historia y origen del burmés
El burmés es un gato de tamaño mediano, con la cabeza redonda y un cuerpo elegante y bien musculado. La raza no es tan grande y fuerte como el británico de pelo corto, ni tan elegante y delicada como el siamés. Los ojos son grandes y brillantes y pueden tener cualquier matiz de amarillo; con frecuencia parece variar en función del tipo de luz.
La cola es recta y termina en una punta tipo pincel redondeada. El pelaje, fino, corto y brillante es característico del burmés y se ciñe al cuerpo. El gato burmés puede presentar diez colores, pero en todos ellos el vientre será más claro que el lomo y el pelaje va en degradado de un extremo a otro.
El burmés es un gato muy amistoso y cariñoso que necesita la atención del ser humano para ser feliz. Es una raza es muy exigente, que sigue a sus dueños por toda la casa reclamando atención. De hecho, llega a trepar por las piernas del amo implorando que lo coja y lo acaricie. Son gatos muy maulladores, que suelen saludar a sus dueños cuando vuelven a casa o pedir lo que quieren y participar en todas las actividades. Fiel a sus dueños, a veces recibe el nombre de «gato perro» porque a muchos les encanta jugar a recoger cosas. Son muy listos y resuelven problemas como el de abrir las puertas, por lo que suelen ser grandes escapistas.
País de origen: Birmania Un gato marrón oscuro, de cuerpo parecido al siamés, se llevó por primera vez a California desde el Lejano Oriente en 1930. Como no había ningún otro burmés en Estados Unidos en aquella época, la raza wong mau se cruzó con un siamés seal point, de marcas distales color marrón oscuro. Mediante una reproducción selectiva, surgió una nueva raza de pelaje oscuro a la que conocemos como burmesa en la actualidad. El gato burmés fue reconocido como raza primero en Norteamérica y luego llegó a Europa en 1940. Desde entonces, los programas de reproducción han desarrollado una gama de colores de pelaje.
Por qué los gatos viven más
La relación entre gatos y humanos se remonta a hace miles de años, estos animales se caracterizan por ser grandes compañeros de vida, pues a pesar de que históricamente se les ha caracterizado por ser especies independientes, son capaces de generar estrechos lazos sentimentales con sus dueños.
En los últimos años la calidad de vida de estos animales aumentó de forma significativa gracias a los avances de la tecnología y la medicina veterinaria. Richard Goldstein, profesor asistente de la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Cornells, explicó en un boletín informativo que estos animales viven más tiempo que antes.
Aspectos como la nutrición, estilo de vida dentro de sus hogares y los avances en el campo de la veterinaria son grandes factores para que estos animales vivan más años. El especialista en animales detalló que antes se les consideraba “grandes” a partir de los 8 años y en la actualidad la cifra se pasó entre los 12 y 14 años gracias al tiempo promedio de mortalidad.