Francisco Méndez, policía retirado de la fuerza de Corrientes, el detenido número 8 en la investigación que busca esclarecer qué pasó con Loan Danilo Peña, será indagado mañana viernes por la jueza Cristina Pozzer Penzo, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
Méndez, que pasó la última noche en una celda de la DUOF de la Policía Federal en la ciudad de Goya, deberá responder por la posible sustracción y ocultamiento de Loan.
Fue detenido ayer miércoles, luego de que Laudelina Peña lo implicara en su indagatoria. Sin embargo, su nombre no era nuevo en el expediente: Méndez estaba presente como un “informante” en la agenda de contactos del comisario de 9 de Julio, Walter Maciel, preso por encubrimiento en el caso. También, la PFA lo monitoreaba hace varios días.
Laudelina ubicó al policía en otro lugar de la investigación: el lugar de las pisadas de Loan, donde se plantó el botín. Allí estaban, según dijo en su declaración de ayer, “el comisario Maciel y el amigo Méndez. Me dijo que era amigo del comisario y que él avisó que encontró esa huella”, porque “estaba revisando el barro”.
Incluso, aseguró que Méndez se podría haber llevado a Loan, “él o cualquier otro”. En la declaración de Laudelina, el policía retirado es mencionado en 32 ocasiones.
El día 14 de junio, justamente el día del hallazgo y levantamiento del rastro, Maciel, según un documento de la causa, “mantendría cuatro comunicaciones con el abonado agendado como “Méndez Informante”, entre las 14.15 y las 17.06 horas, rango horario en el que habría trascendido la noticia del descubrimiento.
Qué declaró Méndez como testigo
La pista que ubica al nuevo detenido en el barro no es estrictamente nueva. El policía retirado declaró como testigo en la causa. Lo hizo el 10 de julio último, según documentos judiciales a los que accedió Infobae.
“Se me da por cruzar por el monte, y me encuentro con un barro. Y le digo ´uh, esta pisada, no sé si algo me tenga que decir´, y me encuentro con el rastro de la criatura, seguí las huellas, hasta que el medio del barro se veían las dos patas sin zapatillas. Y entonces pensé, la zapatilla habrá quedado en el barro. No tenía el teléfono de nadie para llamar. Tenía un teléfono de la guardia de la Comisaría. Encontré ese teléfono porque yo lo había agendado. El llamado fue a las dos de la tarde, aproximado. Me atienden y yo digo ´dame con tu jefe´, y me dice ´yo soy el jefe, soy el comisario Maciel´. Me dice ´qué pasó´, y yo le digo que encontré algo que podía ser interesante, le digo que encontré huellas y yo ya preservé el lugar. Yo trabajé años en la policía, sabía lo que tenía que hacer”.
“No llames a nadie, Méndez”, le habría dicho Maciel. Poco después de ese llamado, según el policía retirado, llegaron al lugar de las pisadas cuatro mujeres, entre ellas Laudelina y su hija Macarena, que gritaban: “¿Dónde está la zapatilla de Loan?”