Un fuerte movimiento telúrico de 7.1 se sintió la noche de este 18 de julio en Tacna, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP). El sismo ocurrió exactamente a las 20:50 a 542 kilómetros al sur de la ciudad heróica.
De acuerdo con Asismet —equipo multidisciplinario que proporciona información sobre eventos astronómicos, sismológicos y meteorológicos—, el temblor tuvo su epicentro en la región chilena de Antofagasta.
Debido a su cercanía, el evento también remeció las regiones peruanas de Moquegua y Arequipa, al igual que los países de Argentina, Paraguay, Bolivia y Chile. Hasta el momento, no se han registrado daños materiales ni pérdidas humanas.
Tras el temblor, varias entidades gubernamentales se pronunciaron para llamar la calma. Defensa Civil informó que el sismo se sintió leve en el lado del Perú, mientras que el Ministerio de Salud (Minsa) precisó que los centros de salud que se encuentran bajo su jurisdicción están funcionando con normalidad.
“Tras el sismo ocurrido en Tacna, el Minsa informa que está monitoreando el estado de establecimientos y servicios de salud, los cuales funcionan con normalidad hasta el momento. Se mantiene la alerta para la activación de la asistencia técnica ante la posibilidad de réplicas y daños”, publicaron en sus redes sociales.
En Chile reportan terremoto
Minutos antes de las 9 de la noche (hora peruana), el Centro Sismológico Nacional (CSN) reportó la ocurrencia de un terremoto que alcanzó una magnitud 7.3.
Dicha entidad precisó que el movimiento tuvo lugar a 19.88 km al sur de San Pedro de Atacama, en la región de Antofagasta, con una profundidad de 165 kilómetros. Por su parte, su Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) se encuentra evaluando los daños a personas, infraestructura y servicios básicos.
Cabe destacar que hace unas semanas, científicos chilenos proyectaron un evento de gran magnitud, que podría superar los 8.8, en el país sureño. Esto debido a la energía que deben liberar las placas tectónicas. Por tal motivo, es importante que la tierra libere energía a través de ‘enjambres’ de sismos, los cuales son de baja intensidad.