Estados Unidos ha invitado este martes a las delegaciones del Ejército de Sudán y de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) a llevar a cabo una nueva ronda de conversaciones indirectas mediadas por Naciones Unidas en Ginebra, Suiza.
“Estados Unidos hace un llamamiento al Ejército de Sudán y a la RSF para que asistan a las conversaciones y las aborden de manera constructiva con el imperativo de salvar vidas”, ha indicado en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Blinken ha recordado que estas conversaciones “tienen como objetivo lograr un cese de la violencia a nivel nacional”, así como permitir el acceso humanitario en todo el país y “desarrollar un mecanismo sólido de supervisión y verificación para garantizar la aplicación de cualquier acuerdo”.
En esta nueva ronda, que dará comienzo el próximo 14 de agosto, Arabia Saudí es coanfitrión junto con Suiza, mientras que participarán como observadores la Unión Africana, así como Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Naciones Unidas.
Las últimas negociaciones indirectas se dieron el pasado 11 de julio y terminaron sin un acuerdo sobre la mesa, si bien el enviado especial de la ONU para Sudán, Ramtane Lamamra, afirmó que representaban “un paso optimista dentro de un proceso más largo y más complejo”.
Los militares abandonaron las conversaciones, iniciadas en un primer momento en Yedá y mediadas por Estados Unidos, tras denunciar que las RSF estaban desplegadas en hogares civiles y espacios públicos que negaban a evacuar en una violación de la llamada Declaración para la Protección de los Civiles firmada el 11 de mayo por ambos bandos menos de un mes después del estallido.
La guerra, que estalló el 15 de abril tras fuertes discrepancias entre el Ejército y las RSF sobre la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir después de 30 años en el poder.