Adrian R. Huber
Lille (Francia), 26 jul (EFE).- El torneo de baloncesto de los Juegos de París 2024 supondrá el ‘último baile’ de Rudy Fernández, una de las grandes figuras de toda la historia del deporte español. Ganador de absolutamente todo con el Real Madrid y con la selección, el alero mallorquín, formado en el Joventut de Badalona -con el que ganó la Copa del Rey- y que dio la talla en la NBA, marcará un hito: se convertirá en el primero en disputar seis Juegos Olímpicos.
De Rudy está escrito todo. Al menos, en España. Pero quien lo desconozca, o se quiera asomar de nuevo a su palmarés, sentirá un vértigo gigantesco al echarle un mero vistazo. Distinciones personales aparte, entre sus múltiples logros como jugador de club destacan sus tres Euroligas, siete Ligas, siete Copas y nueve Supercopas de España.
Militó en los Portland Trail Blazers -con los que llegó a honrar la memoria del inolvidable Fernando Martín en un concurso de mates del ‘All Star’ (2009)- y en los Denver Nuggets; con un paso intermedio en el Real Madrid. Club al que retornó en 2012 para completar desde entonces una carrera brillante que cerró hace poco más de un mes con un nuevo título de Liga (con una ovación de 20 minutos en su penúltimo partido, el último en el Wizink: el antiguo Palacio de los Deportes capitalino).
Con la selección española -con la que recibió similar despedida, en idéntico escenario, el pasado martes, en el último amistoso antes de viajar a Francia, contra Puerto Rico- sus números son, asimismo, superlativos.
Su primer gran evento fueron los Juegos de Atenas 2004, en los que el trayecto español, sobresaliente en la fase de grupos, terminó al cruzarse con Estados Unidos en cuartos.
Dos años después, llegó el primer gran ‘bombazo’. Su definitivo crecimiento personal como jugador coincidió con el de la gran selección que llevaba ‘cocinándose’ desde un par de años antes. España se proclamaba por primera vez, al derrotar a Grecia en la final de Saitama (Japón), campeona del mundo de baloncesto.
Desde entonces, Rudy ha participado en todos los grandes éxitos de ‘la Familia’, con un palmarés internacional escalofriante: dos títulos mundiales (2006 y 2019) y cuatro europeos (2009, 2011, 2015 -precisamente en Lille, sede de la fase de grupos en este torneo olímpico- y 2022). A lo que hay que añadir una plata (en España, en 2007) y un bronce (2013) continentales.
Y en Juegos, las dos platas de Pekín 2008 y de Londres 2012 -en finales contra la siempre dominante Estados Unidos-; y el bronce de Rio 2016, después de ganarle el partido por el tercer puesto a Australia.
Para lograr la cuarta medalla olímpica en la historia del ‘basket’ masculino español; cuyo primer gran hito fue la plata del inolvidable equipo que comandaban Epi, Corbalán, Solozábal y Fernando Martín en los Juegos de Los Angeles’84. En una final que se perdió, una vez más contra EEUU. Un equipo en el que ya brillaba, en su época de universitario, un tal Michael Jordan.
Rudy, presente asimismo en los pasados Juegos de Tokio -en los que los 38 puntos de Ricky Rubio (el gran ausente en esta cita) de nada sirvieron, de nuevo en cuartos ante el ‘Team USA’- ejerció de imaginario eje en la transición de la España de los hermanos Gasol (Pau y Marc) a la España de los hermanos Hernangómez Geuer (Willy y Juancho).
Después de estos Juegos, su particular ‘last dance’ que -como mínimo- lo convertirá en el único de la historia con seis participaciones olímpicas, Rudy cederá el testigo a otro balear, Sergio Llull -recién renovado con el Real Madrid-, que se convertirá en nuevo ‘patriarca’ del equipo de todos los españoles.
Pero eso será después de los Juegos.
España -campeona del mundo justo antes de la pandemia (China’19); y oro europeo poco después (Alemania 2022)- se clasificó para los Juegos, después de un flojo último Mundial (el de Filipinas, Japón e Indonesia del año pasado), tras ganar el preolímpico disputado a principios de mes en Valencia. Donde, después de dar cuenta de Líbano y Angola, se peleó con Finlandia para jugarse el definitivo pase, con éxito, ante Bahamas.
Bahamas había sido, previamente, el equipo que dejó fuera de estos Juegos a Argentina: oro olímpico en 2004 y subcampeona mundial hace cinco años. Después de perder la final ante el equipo de Sergio Scariolo, recién renovado hasta 2028 con la federación que preside Elisa Aguilar. Un mago de la dirección técnica que advirtió , tras plasmar su firma, que éste, el de completar la transición de la ‘Familia’, es “el momento más difícil”.
España está encuadrada en el (por no pocos así denominado) ‘grupo de la muerte’. Debuta este sábado, a las once de la mañana (09:00 horas GMT), ante Australia. El martes 30 de julio se medirá -a la misma hora-a Grecia. Y, a las cinco y cuarto de la tarde (15:15 GMT) del viernes, 2 de agosto, se enfrentará a Canadá. Una selección que el año pasado le ‘birló’ el bronce mundial a Estados Unidos: liderada en París 2024 por LeBron James, Stephen Curry y Kevin Durant, y de nuevo gran favorita de un torneo en el que busca su quinto oro seguido, el decimoséptimo en total.
“Es el grupo de la muerte’ porque los cuatro equipos son muy fuertes”, declaró el jueves a EFE Alex Abrines -integrante de la selección española que ganó su última medalla olímpica: la de bronce, en los Juegos de Rio 2016 (Brasil)- en el ‘reconvertido’ Pierre Mauroy, donde juega habitualmente de local sus partidos de la liga francesa de fútbol el Lille.
“Igual, al final, Canadá, en cuanto a nombres, está un poco por encima de los demás. Pero es un grupo en el que cualquiera puede ganarte; y tú puedes ganar a cualquiera. Va a estar igualado; y va a estar bonito” manifestó a EFE el escolta del Barça en el moderno estadio que ya albergó grandes citas de otros deportes, como el tenis o el balonmano; y que en el caso del baloncesto fue sede de la fase final del Eurobasket 2015. Un torneo que ganó España, derrotando en el partido decisivo a Lituania; y después de dar cuenta en semifinales de la anfitriona: en el mítico partido de los 40 puntos de Pau Gasol.
Aparte de Rudy, Llull y los hermanos Hernángomez, España le dará de nuevo la batuta a Lorenzo Brown -nacionalizado, de origen estadounidense-, que vuelve a un gran evento después de haber sido la mejor noticia del último gran triunfo de la selección, el Europeo de Alemania de hace dos años. Estará apoyado por Alberto Díaz en las tareas organizativas, en las que también se espera bastante del propio Abrines si se recupera completamente de sus molestias derivadas de una pequeña rotura fibrilar en los isquiotibiales.
Los integrantes de la ‘Familia’ en los Juegos de París 2024 son: Lorenzo Brown, Alberto Díaz, Sergio Llull, Álex Abrines, Darío Brizuela Rudy Fernández, Xabi López-Arostegui, Santi Aldama, Jaime Pradilla, Juancho Hernangómez, Willy Hernangómez y Usman Garuba. EFE
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