Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene vigilancia continua para comunicar a la ciudadanía sobre cualquier cambio en las medidas de protección ante una posible urgencia.
Este viernes 26 el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más reciente boletín vulcanológico en el que reporta la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.
Volcán de Fuego
Actividad: se registran de 2 a 5 explosiones débiles y moderadas por hora, con columnas de gas y ceniza que se elevan desde 4300 a 4700 msnm (14107 – 15419 pies) y se dispersan de 10 a 30 km en dirección oeste y noroeste. Las explosiones se acompañan de avalanchas y sonidos similares a turbina de avión que duran de 1 a 2 minutos; así mismo durante la noche y madrugada se observó incandescencia sobre el cráter. Se espera caída de ceniza fina en poblados ubicados al oeste, suroeste y noroeste del volcán, tales como Acatenango, Yepocapa, Sangre de Cristo, Palo Verde y otras en esta dirección. En cuanto a la actividad explosiva, seguir las recomendaciones descritas en el boletín especial BEFGO-003-2024.
Volcán de Pacaya
Actividad: la nubosidad cubre por completo el edificio volcánico, por lo que no es posible realizar observaciones directas al cráter Mackenney. Sin embargo, las estaciones sísmicas ubicadas alrededor del volcán, permiten registrar movimiento de gases y algunos derrumbes de fragmentos rocosos dentro del edificio volcánico. Durante la noche y madrugada no se observó ningún reflejo incandescente, sin reportes de sonidos o explosiones. No se descarta la ocurrencia de períodos de desgasificación prolongados o columnas de desgasificación con abundante ceniza.
Volcán de Santiaguito
Actividad: se observa desgasificación débil sobre el domo Caliente. Las estaciones de monitoreo registran de 1 a 4 pulsos de desgasificación por hora, los cuales provocan incandescencia y avalanchas en dirección oeste y suroeste. Así mismo es posible que se generen explosiones de características débiles a moderadas, las cuales puedan formar una columna de gas y ceniza con altura de hasta 3400 msnm (10498 pies). Dicha ceniza puede dispersarse a 10 a 15 km hacia el oeste y suroeste, provocando caída de ceniza fina en la comunidad de San Marcos Palajunoj, Loma Linda y fincas aledañas. Es posible que se produzcan avalanchas fuertes y sonidos audibles a varios kilómetros del edificio volcánico. No se descarta la ocurrencia de flujos de bloques y ceniza de características moderadas a fuertes, como también posibles flujos piroclásticos de largo alcance en diferentes direcciones, por lo tanto seguir las recomendaciones del boletín especial BESAN-004-2024.
Los volcanes más activos de Guatemala
Debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren la mayor de la geografía del país, lo que lo convierte en una de las áreas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.
A pesar de que en Guatemala se han reconocido al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) distingue únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son denominados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.
Sin embargo, independientemente de las diferencias, en el presente son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de supervisión de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.
El volcán más peligroso de Guatemala
Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán más activo de Centroamérica y uno de los que tiene mayor relevancia a nivel mundial.
Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas, como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador; la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos arrasaron parte de la vegetación de los alrededores y escondió parcialmente las comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.
El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 no localizadas y 600 lesionados; así como dos millones de habitantes perjudicados.
El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en asentamientos de 45 kilómetros a la redonda.