La Unión Europea arranca un nuevo capítulo en su historia, y no son pocos los retos que deberá afrontar: la guerra en Ucrania, el avance de la extrema derecha en Europa, la crisis migratoria, el conflicto en Oriente Medio y un posible retorno a la Casa Blanca de Donald Trump son algunos de los grandes problemas que pueden poner en jaque la estabilidad y la autonomía del bloque.
La décima legislatura del Parlamento Europeo se extenderá hasta el verano de 2029, con 720 nuevos eurodiputados y nuevas familias políticas. La eurodiputada del Partido Popular Europeo, Roberta Metsola, repetirá al frente de un órgano que ya ha demostrado ser decisivo en la Unión. El socialista Javi López (Madrid,1985) ocupará una de las 14 vicepresidencias que compondrán la Mesa, y recibe a Infobae España para analizar el pasado, presente y futuro de la Unión.
Pregunta: En estos últimos comicios, Europa ha virado a la derecha más radical, pero finalmente el cordón sanitario ha resistido. No obstante, parece inevitable que tarde o temprano puedan llegar este tipo de fuerzas al poder. ¿Qué reflexión saca de todo esto?
Respuesta: Primero, que los equilibrios tradicionales dentro de Europa han resistido. Digamos que hace algunas semanas algunos defendían que sería inevitable que la extrema derecha rompiera todo el equilibrio de fuerzas presente en la Unión Europea y que eso no ha sucedido. Es cierto que además el Partido Popular Europeo había enviado mensajes contradictorios y preocupantes de la voluntad de acercarse estratégicamente a Meloni, pero eso no ha sucedido finalmente.
Entonces, las lecciones que extraemos es que, aunque el equilibrio tradicional haya resistido, ha sido muy importante que las opciones políticas tradicionales, no solo tradicionales, sino pro europeas, hayan sido capaces de ponerse de acuerdo y excluir a la extrema derecha en el reparto de funciones en las instituciones europeas y en una agenda ambiciosa de transformación.
Además, es un equilibrio nuevo porque no solo incluye a liberales, populares y socialistas, sino también a los Verdes como las piezas fundamentales de la gobernabilidad europea. Excluimos a Giorgia Meloni, por un lado, que es vista como una extrema derecha atlantista, y a los Patriotas de Europa, que es el grupo nuevo grupo formado por Orban y Le Pen, que honestamente parece un ‘Caballo de Troya’ de Trump en la Unión Europea.
Pregunta: Le quiero preguntar precisamente por esta amalgama de extrema derecha, en particular los nuevos grupos de Patriotas por Europa o Europa de las Naciones Soberanas (Soberanistas). ¿Harán todo lo posible para que no haya ningún tipo de acercamiento con ellos?
Respuesta: Todas las fuerzas políticas proeuropeas hemos decidido hacer un cordón sanitario a los auto autodenominados Patriotas por Europa, en donde Vox también ha decidido formar parte de un grupo tóxico que es visto dentro de Bruselas como una herramienta tanto de Trump a un lado del Atlántico como de Putin al otro lado del Atlántico.
Sus proyectos políticos están más conectados internacionalmente que los propios internacionalistas. La extrema derecha radical y sus figuras internacionales, desde Trump a algunas figuras importantes en Europa, como Orban, Vox, Meloni y algunas también en Latinoamérica, están muy relacionados. Ya hemos visto sus reuniones públicas y su coordinación internacional.
Pregunta: Von der Leyen no ha ocultado sus guiños hacia la gobernante italiana en el caso de las políticas migratorias, donde parecen mostrar cierta sintonía. El grupo al que usted pertenece en el Parlamento, los Socialistas Europeos, fijó como línea roja cualquier tipo de pacto con ellos. ¿No teme que finalmente salgan acuerdos con el apoyo de los conservadores y reformistas?
Que una parte del Partido Popular Europeo pueda tener la tentación de pactar con la ultraderecha va a ser un presente durante el mandato europeo
Respuesta: Hay una parte del Partido Popular Europeo que ya pacta, a día de hoy y a nivel nacional, con la extrema derecha. Hay que recordar que participa en fórmulas de gobernabilidad en Finlandia, en Suecia, en Croacia. A nivel regional lo hace en España y en Italia. Que una parte del Partido Popular Europeo pueda tener esa tentación va a ser un presente durante el mandato europeo. Con todo, yo creo que existen las salvaguardas suficientes, los acuerdos políticos suficientes, y también [Von der Leyen] ha demostrado ser una persona con la que podemos trabajar. Es heredera de la cultura política de la Democracia Cristiana.
Yo creo que que vamos a poder trabajar en este sentido. Tenemos una agenda, que es lo importante. El programa acordado busca aunar fuerzas de las opciones centrales de Europa: en el ámbito de la seguridad y la defensa, de la vivienda [una de las condiciones que presentaron los socialistas], en en el ámbito de dejar intacto el Pacto Verde Europeo o en dotar a la Unión de instrumentos financieros como el Fondo de Competitividad, que anunció von der Leyen durante su discurso. Existe un marco de trabajo en favor de la integración europea de las fuerzas centrales. Si hoy la extrema derecha aquí suma 200 escaños, entonces vamos a tener que trabajar para evitar su influencia.
Pregunta: En noviembre se celebrarán elecciones en EEUU y la amenaza de un posible retorno de Donald Trump a la Casa Blanca se muestra ya como una realidad. ¿Cómo puede influir esto en la Unión Europea?
La posible vuelta de Trump en EEUU empuja a la UE a aceptar que va a tener que hacerse cargo de su seguridad
Respuesta: Es un escenario real, pero no es un escenario inevitable. De hecho, el cambio en la candidatura demócrata fortalece las posibilidades del Partido Demócrata y las opciones del Partido Demócrata para las elecciones. Son unas elecciones de enorme importancia para la democracia en el mundo y para las relaciones transatlánticas. Confiamos en que el resultado sea uno que permita que la Unión Europea pueda continuar trabajando como ya ha hecho con Joe Biden. El escenario Trump empuja a la Unión Europea a aceptar que va a tener que hacerse cargo de su seguridad durante este siglo.
La apuesta de la UE por la autonomía estratégica tiene que ver con la realidad global, con un mundo de alta competencia geopolítica donde se instrumentaliza como arma casi todo: el comercio, la información o la energía. Vamos a tener que adaptarnos, sabiendo que una parte del espectro político de Estados Unidos querría debilitar nuestra relación transatlántica, y tenemos que actuar en consecuencia.
Pregunta: Hablemos de su nuevo cargo como vicepresidente en el Parlamento Europeo. ¿En qué aspectos centrará su cargo?
Respuesta: En primer lugar, en la voluntad de proteger el consenso democrático europeo. La elección de la Mesa de la Cámara ha sido gracias a la voluntad de las fuerzas políticas de proteger el consenso, que también está basado en el pluralismo, en la diferencia de opinión que tenemos entre nosotros. Pero tenemos un marco común, que es la protección de la idea ilustrada de Europa, basada en la razón, en el respeto a la ciencia, en la tolerancia y en la cooperación en la paz. En definitiva, las ideas que han vertebrado más de 70 años de integración europea. Europa no es un mapa solo, es una idea que debemos proteger, y eso conlleva excluir de los procesos de toma de decisión a la extrema derecha.
En segundo lugar, trabajar de forma colectiva con el resto de los 13 vicepresidentes para asegurar un Parlamento más fuerte, que es la forma de asegurar una Unión Europea más fuerte. Un Parlamento que sea capaz al mismo tiempo de abordar los grandes retos globales a la vez que mejora la vida cotidiana de los ciudadanos europeos. Además, un Parlamento que a la hora de funcionar sea más transparente, con mayor mecanismos de contabilidad, rendición de cuentas y mecanismos de participación y conexión con la ciudadanía. Todas estas son las cosas que me gustaría poder hacer.
Pregunta: Usted ha defendido como eurodiputado en la novena legislatura la implementación de los idiomas cooficiales españoles (euskera, gallego y catalán) en en el Parlamento Europeo, pero por el momento se encuentra atascado. ¿Seguirá mostrando su apoyo a ello en esta legislatura?
Respuesta: Comparto la petición formal que ha hecho el Gobierno de España al respecto. Al igual que ya se pueden utilizar las lenguas cooficiales españolas en el Comité de las Regiones y en el Consejo de la Unión Europea, los ministros también lo deberían poder hacer en la Eurocámara. Me parece una demanda que, lejos de la lógica de la instrumentalización política, me parece razonable y que enriquece el multilingüismo europeo. También hace más representativa a España dentro de la Unión Europea y acerca a muchos ciudadanos. La instrumentalización política de las lenguas siempre es algo muy tóxico, sea cual sea y con el objetivo que sea. La propuesta tiene además referencias en nuestras instituciones europeas y un contexto que lo hace razonable y que tiene que ver con la realidad de España. Su multilingüismo y su diversidad lingüística también es uno de nuestros grandes activos.
Pregunta: El Parlamento, a día de hoy, es la institución más débil de la Unión, pero ya se ha visto en la 9.ª Legislatura que poco a poco va ganando importancia y ha sido importante en el proceso de decisión. Algunas voces políticas empiezan a hablar de crear un turno de preguntas al estilo británico o aumentar el escrutinio de la Comisión. ¿Cómo cree que podría aumentar la influencia del Parlamento?
Respuesta: El Parlamento Europeo elige a la Comisión, a la Presidenta de la Comisión, y al Colegio de Comisarios. Hay que recordar que Von der Leyen ha tenido que negociar con el Parlamento y con sus grupos políticos los apoyos, además de un programa de cara a este este mandato. Luego tendremos las audiencias públicas y la votación del Colegio de Comisarios en su conjunto. Por poner un ejemplo, el Parlamento Europeo puede hacer una moción de censura del Colegio de Comisarios. Es decir, tiene verdaderos poderes de control. Ahora eso se va a tener que desarrollar y perfeccionar, porque también es un parlamento en construcción.
La Unión Europea vive en una especie de proceso constituyente perpetuo. Y eso afecta también a sus instituciones. Pero con todo, yo creo que es un Parlamento que funciona, un Parlamento con capacidad técnica que legisla y que hace su trabajo de control sobre la Comisión. Y que lo va a tener que continuar haciendo durante este mandato.