El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es un problema de salud que lleva a las personas que lo sufren a preocuparse excesivamente por aspectos cotidianos sin una razón aparente. Es una condición que puede desarrollarse desde la infancia, y en casos extremos no permite la realización de tareas cotidianas.
Teniendo en cuenta esto, cabe preguntarse si se puede solicitar una pensión de incapacidad permanente en caso de tener un trastorno de ansiedad de tipo generalizado. Para responder a esta pregunta, el letrado @abogadolaborista ha creado un vídeo de la red social Tiktok donde aclara todas las dudas al respecto.
“La respuesta es que depende lógicamente de cada caso en concreto. Depende de las características o de las limitaciones que provoque en cada persona ese trastorno de ansiedad”, comienza explicando, para después relatar un caso concreto que ha llevado su despacho.
“Nosotros recientemente en nuestro despacho hemos conseguido una incapacidad permanente absoluta para un cliente que padecía un trastorno de ansiedad de tipo generalizado que le impedía realizar cualquier trabajo, tanto desde el punto de vista físico como desde el punto de vista de salud mental”, lo que significa que, “analizando cada caso en particular, podremos determinar si se puede o no solicitar una incapacidad permanente por este tipo de enfermedad”.
El Trastorno de Ansiedad Generalizada
El trastorno de ansiedad generalizada se desarrolla lentamente. A menudo, comienza alrededor de los 30 años, aunque también puede ocurrir en la infancia. El trastorno es más frecuente en las mujeres que en los hombres. El TAG se caracteriza por una preocupación constante y excesiva sobre diferentes aspectos de la vida, como la salud, el dinero o el trabajo. Los síntomas incluyen:
- Preocupación extrema y frecuente
- Dificultad para controlar las preocupaciones
- Inquietud, fatiga y dificultad para concentrarse
- Problemas para dormir
- Síntomas físicos como dolores de cabeza y musculares, temblores y sudoración excesiva
Estos síntomas pueden interferir significativamente en la vida diaria, afectando el rendimiento laboral y las relaciones personales. En los casos de los adultos suelen ponerse extremadamente nerviosos por situaciones diarias como la seguridad laboral o su rendimiento en el trabajo, la salud, las finanzas, la salud y el bienestar de sus hijos y de otros familiares, atrasarse o completar las tareas del hogar y cumplir con otras responsabilidades
Las causas del TAG son variadas y pueden incluir factores genéticos y biológicos, así como eventos traumáticos y ambientes estresantes. El trastorno puede ser hereditario y está asociado con desequilibrios en ciertas áreas del cerebro que regulan el miedo y la ansiedad.
El tratamiento del TAG generalmente incluye psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos. La terapia cognitivo-conductual es una de las más efectivas, enseñando a los pacientes nuevas formas de pensar y reaccionar ante situaciones que generan ansiedad. Además, se pueden recetar medicamentos como antidepresivos y ansiolíticos para ayudar a controlar los síntomas.
Además del tratamiento profesional, las personas con TAG pueden beneficiarse de un estilo de vida saludable, incluyendo ejercicio regular, técnicas de reducción del estrés como la meditación y una alimentación equilibrada. Participar en grupos de apoyo también puede ser útil para compartir experiencias y estrategias de afrontamiento.