El dictador venezolano Nicolás Maduro atacó este lunes al expresidente peruano Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y a otros líderes de la región, a quienes acusó de actuar en contra de su país. Maduro, quien mantuvo roces con Kuczynski en el pasado, emitió las críticas en la última edición de su programa, mientras su país registra protestas por el fraude en las elecciones del último domingo.
“Nos impusieron sanciones combinadas y empezaron a inducir a los presidentes de Colombia, Iván Duque; de Ecuador, Guillermo Lasso y Lenín Moreno; de Chile, el difunto Sebastián Piñera. En Perú ha habido 15 presidentes, todos de derecha. En aquella vez estaba PPK, no recuerdo bien su nombre… Kuczynski, que se metió con nosotros y a los dos meses cayó”, dijo.
Seguidamente, relató un encuentro no documentado con PPK (2016-2018) en la ciudad colombiana de Cartagena. “Se apareció el viejito y yo me le fui de frente y le dije: ‘¿Usted qué tiene con Venezuela? Usted se mete con Venezuela’, y él volteó a decir que nunca se había metido con Venezuela. Yo le respondí: ‘Mire, el que se mete con Venezuela, se seca. Usted se va a secar’”. Según el dictador, a los dos meses de esa advertencia, Kuczynski dimitió.
PPK presentó su renuncia a la Presidencia en marzo de 2018, en medio de acusaciones de corrupción y a menos de un mes de la Cumbre de las Américas de Lima, en la que debía oficiar como anfitrión y para la cual declaró que la presencia de Maduro no era bienvenida.
Kuczynski cambió su postura inicial de recibir al dictador después de una reunión del Grupo de Lima, cuyos países que lo componen, incluido Perú, decidieron declarar “no grata” su llegada al encuentro organizado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
En octubre de 2016, PPK iba a coincidir con el dictador en la reunión de presidentes de la XXV Cumbre Iberoamericana realizada en Cartagena, pero finalmente el régimen chavista envió a su excanciller, Delcy Rodríguez. Al año siguiente, Perú fue la sede de una reunión de un grupo de cancilleres de la región, quien condenaron la instalación de una asamblea constituyente, creada por partidarios del dictador y a la que calificaron como un quiebre democrático.
Por su parte, Maduro se refirió a Kuczynski como el “presidente estadounidense de Perú” y lo desafió a reunirse para hablar sobre Caracas. Para entonces, PPK ya se había convertido en uno de sus mayores críticos regionales, impulsado políticas migratorias frente al éxodo venezolano y pedido a la comunidad internacional atender la crisis, tras lo cual la excanciller le exigió sacar “sus fúnebres manos” del país caribeño.
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