El índice de precios de las exportaciones descendió 7,4% respecto al mismo período del año anterior, por lo que marcó el sexto registro trimestral de sucesivas caídas interanuales. Así lo indicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en su informe llamado “Índices de precios y cantidades del comercio exterior”.
En ese marco, también se informó que, en el segundo trimestre de 2024, se registró un aumento del 27,6% en el índice de cantidad de las exportaciones, destacándose como uno de los mayores incrementos interanuales en años recientes.
Sin embargo, la expansión en los volúmenes de bienes comerciados al exterior fue contrarrestada por la disminución en los precios de exportación, una tendencia descendente que ha persistido durante seis trimestres consecutivos. Este contraste subraya una dinámica económica compleja, donde las exportaciones aumentan en volumen, pero a precios más bajos, lo que afecta el valor total exportado.
En contraste, las importaciones experimentaron una reducción tanto en precios como en cantidades, con una caída del 4,6% y 27,2% respectivamente. Este desplome en las importaciones se reflejó particularmente en mayo y junio, cuando las cantidades importadas cayeron un 29,3% y un 34,5%, respectivamente.
A pesar de esta caída registrada por las importaciones, el superávit comercial del trimestre alcanzó los 6.370 millones de dólares. No obstante, si los precios de exportación e importación se hubieran mantenido constantes respecto al año anterior, el superávit habría sido aún mayor, alcanzando los 7.343 millones de dólares, lo que indica una pérdida en los términos de intercambio de 667 millones de dólares.
Exportaciones e importaciones: qué rubros registraron mayores variaciones
Los productos primarios (PP), que son un componente significativo de las exportaciones, experimentaron una caída del 13,8% en los precios, principalmente debido a la baja en los precios de los cereales (-23,7%) y semillas y frutos oleaginosos (-13,5%).
Sin embargo, ese descenso en los precios fue compensado en parte por aumentos en otros subrubros, como las hortalizas y legumbres sin elaborar, que aumentaron un 22,3%, y minerales metalíferos, escorias y cenizas, que subieron un 19,3%.
Por otro lado, las manufacturas de origen agropecuario (MOA) también registraron una disminución en los precios del 13,4%, impulsada por reducciones en los precios de residuos y desperdicios de la industria alimenticia (-18,9%) y grasas y aceites (-16,0%).
En cuanto a las cantidades, los productos primarios mostraron un notable crecimiento del 71,4%, liderado por un aumento significativo en las exportaciones de cereales como el maíz (70,4%) y el trigo (140,3%).
Asimismo, las semillas y frutos oleaginosos vieron un aumento notable del 170,8% en las cantidades, impulsado por mayores embarques de soja. Las manufacturas de origen agropecuario incrementaron sus cantidades en un 26%, gracias a mayores volúmenes de residuos y desperdicios de la industria alimenticia (harina y pellets de la extracción del aceite de soja, 44,3%) y de grasas y aceites (38,5%). Estos aumentos en las cantidades ayudaron a contrarrestar las caídas en los precios, mejorando el valor total exportado en estos rubros.
Por el lado de las importaciones, se observó una reducción generalizada en los precios y en las cantidades. Los bienes de capital (BK) experimentaron un ligero aumento del 1,6% en los precios, mientras que las cantidades disminuyeron un 29,6%. Este descenso en las cantidades fue influido principalmente por una menor importación de vehículos automotores de pasajeros, que cayeron un 23,4%.
Asimismo, los bienes intermedios (BI), que son cruciales para la producción industrial, vieron una reducción del 14,2% en los precios y del 17,4% en las cantidades, reflejando un menor dinamismo en la actividad manufacturera.
Los combustibles y lubricantes (CyL) fueron uno de los rubros más afectados, con una caída del 12,7% en los precios y una drástica reducción del 39,1% en las cantidades. Este descenso se debió en parte a la disminución en la importación de gas de petróleo y otros hidrocarburos gaseosos.
Por su parte, los bienes de consumo (BC) mostraron una leve disminución del 1% en los precios, pero un significativo descenso (23,7%) en las cantidades. Estas variaciones reflejan un ajuste en el consumo interno y una priorización de recursos hacia sectores más esenciales en el contexto económico actual.