Luego de más de 30 años desde la muerte de Pablo Escobar, en Colombia no se ha podido terminar con la problemática que dejó el capo al traer tres hipopótamos para la Hacienda Nápoles, puesto que en la actualidad son más de 170 los que viven de manera salvaje en el Magdalena.
A diferencia de África, en Colombia no se registran épocas extensas de sequía, lo que aumenta la dificultad de controlar la cantidad de hipopótamos; sin embargo, en más de una ocasión ha quedado descartada la posibilidad de cazar esta especia que pone en peligro a otros animales y a la población de la zona.
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De la misma forma, la posibilidad de enviar a estos animales a otros países es algo tedioso y costoso, dejando como única variante posible la esterilización.
¿Cómo se esteriliza un hipopótamo?
En diálogo con Los Informantes, miembros de un equipo de la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los ríos Negro y Nare expusieron cómo es el paso a paso para completar un procedimiento exitoso con un animal que puede llegar a pesar más de 1.800 kilogramos.
En primer lugar, los expertos mostraron cómo es instalado un corral de vigas de acero que se convierte en la trampa para atrapar al animal, puesto que dormir al hipopótamo de otra forma puede ser peligroso.
Luego de que cae uno en la trampa, deben confirmar si se trata de una hembra o un macho, puesto que los tratamientos en cada caso son totalmente diferentes, pero en ambas situaciones se prolonga hasta por ocho horas.
En un aspecto que era desconocido hasta el momento, confirmaron que todas las cirugías se realizan de noche, ya que las altas temperaturas pueden provocar complicaciones. Después de que se esconde el sol, son hasta 12 personas las requeridas para llevar a cabo el procedimiento para el que se requiere, además de medicina y aparatos, un rifle con dardos.
Este tipo de arma es necesario debido a que primero se duerme al animal con hasta diez dosis de sedante, luego se le tapan las orejas y ojos con esparadrapo. El veterinario Camilo Muñoz indicó que es necesario porque “no está dormido del todo y cualquier estímulo brusco, cualquier ruido, cualquier luz puede hacer que su sistema tome una reacción de defensa y se nos despierte de pronto”.
Después de que confirman que el animal está completamente dormido, le instalan una manguera de oxígeno y más sedantes, en una acción de alto riesgo, debido a que el especialista debe introducir por completo su brazo en la boca del hipopótamo.
Muñoz indicó que tener al hipopótamo dormido no termina con el riesgo, ya que “el solo hecho de que eso se caiga (el abrebocas) y el peso de la boca se cierre ya puede ser un evento fatal para nosotros”.
El procedimiento sigue con suturas en los conductos testiculares y una abertura abdominal, pero en simultáneo otros veterinarios se encargan de los antibióticos y le instalan una placa en una de las orejas para identificarlo como un animal ya castrado.
Tras las ocho horas de cirugía no termina el trabajo de los veterinarios, ya que en todos los casos esperan que el animal despierte y salga por sus mismos medios del corral; debido a esto, en los últimos diez meses solo han sido castrados 17 hipopótamos, pocos en comparación a los tiempos de reproducción que tiene esta especie, por lo que destacaron que es necesaria la ayuda de más equipos de especialistas.