La misión de hacer realidad el ‘Plan Habitacional Bucarica’ nació el 3 de junio de 1976, cuando el santandereano, Hugo Gómez Rueda, llegó a Floridablanca en representación del Instituto de Crédito Territorial, ICT.
La idea era levantar a penas bloques de apartamentos en la finca Bucarica. Sin embargo, fue solo hasta el 16 de marzo de 1977 cuando se expidió la resolución que le daría vía libre al proyecto. Para aquella época se hablaba de habilitar edificios sencillos, de cinco pisos cada uno, con los que se pretendían construir 2.260 apartamentos.
Para poder construir los bloques de apartamentos, la esposa propietario de los terrenos, doña Hercilia Mantilla de Arango dio una única condición: no tumbar los Caracolís que se plantaron. La promesa se cumplió y dio vida a un complejo habitacional único en ‘la ciudad bonita’ y hasta en Colombia.
Para 1983 se estaban vendiendo ya la tercera etapa de edificios, o sea los sectores 16,17,18 y 19. “Quien quería vivir en esa época en un sector debía pagar ciento veinticinco mil pesos de contado y comprometerse a pagar el millón restante” relató Pedro Vicente Rodríguez, quien cumplió 41 años viviendo en el sector 19.
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La construcción de un ecosistema
Tan pronto se entregaron los más de 20 sectores a las familias de estrato 1, 2 y 3, el barrio se fue expandiendo en zonas comunes y hasta fundaron su propia parroquia.
Ya para el 17 de marzo de 1984, el Monseñor Héctor Rueda Hernández erigió la parroquia ‘Jesús Crucificado’ y nombró como párroco al sacerdote Pedro Fernández Parra, quien se interesó por la construcción de un templo a la altura.
Otro espacio único en el barrio es el Jardín Botánico Eloy Valenzuela, el cual está entre los sectores de Bucarica y el barrio Caracolí. Ambas zonas tienen en común el inmenso pulmón verde, el cual es el secreto del clima fresco que disfrutan sus habitantes. “Muchos decían que Florida era un ‘cielo roto’, pero desde que llegamos acá no cambiamos por nada este barrio” cuenta Gerardo Ardila, residente del sector.
Un barrio inmenso
Bucarica con todos sus espacios y bloques suman una extensión de 2.8 kilómetros y a fecha de hoy, se contabilizan más de tres mil quinientos apartamentos. Además se estima que hay 15.300 personas viviendo en la zona.
Por lo que su densidad poblacional lo ha convertido en un sitio muy comercial. El barrio cuenta con su propia plaza, tiendas, supermercados, negocios de comidas rápidas y hasta la presencia de grandes superficies.
Pos su historia, aspecto y tamaño pocos lugares son como esta urbanización florideña. Con más de 45 años de historia, se espera que siga siendo el claro ejemplo de que sí se puede construir gran cantidad de apartamentos y respetar la gran biodiversidad de la zona.
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La promesa del ‘hijo de casa’
Para que los colores de todos los sectores de la urbanización vuelvan a brillar, la Alcaldía de Floridablanca arrancará con un proceso de embellecimiento desde este año.
“Vamos a transformar por completo el barrio. Fue uno de los compromisos que adquirí en campaña. Pintaremos todas las torres de la urbanización sin que residentes ni propietarios deban gastar un sólo peso”, anunció el alcalde de Floridablanca, José Fernando Sánchez.
El proceso de pintura será paulatino. En 2024, se embellecerán cierto número de sectores y año tras año se adelantará el mismo proceso con la totalidad de los bloques.
Que no le falte la chica y el masato fresquito
Ciro Alonso Villamizar cumple 36 años vendiendo chicha y masato en el kiosko ‘de las palomas caídas’, nombre que le dieron al lugar que está ubicado al lado del Parque Infantil. Todos los días Villamizar llega con sus botellas a ofrecer la tradicional bebida y por tan sólo 20 mil pesos puede hacerse con dos litros totalmente frescos. Todos los días se posa en el mismo lugar desde las 8:00 de la mañana a medio día o hasta agotar su mercancía.
Educación
Los niños, niñas y adolescentes que viven en Burica cuentan con dos instituciones públicas cercanas: El Instituto Gabriel García Márquez y dos sedes del Colegio Vicente Azuero. Ambas instituciones están ubicadas a lo largo de los más de 20 sectores. El Colegio Técnico Industrial José Elías Puyana también es una institución cercana a la urbanización.
Parques
El parque infantil de la urbanización es espacioso pero presenta dos grandes falencias: la gran cantidad de basura regada y el mal estado de los resbaladeros. “Este es un lugar muy bonito y ojalá la administración municipal le haga mantenimiento porque la comunidad si lo utiliza mucho” expresó Amparo Delgado, edil de la comuna tres del municipio.
Salud
El barrio cuenta con la Clínica Salud Total, sitio en donde los afiliados pueden hacer sus trámites médicos, además de recibir la atención necesaria. Si no pertenece a ninguna IPS, debe movilizarse hasta el Hospital, ubicado al casco antiguo y le tomará 10 minutos de trayecto en vehículo.
Seguridad
Algunos sectores instalaron sus propias cámaras de vigilancia debido a que la inseguridad es el principal problema que aqueja a sus habitantes. Al recorrer los pasillos de los sectores 17 y 18, se aprecia que hay gran cantidad de luminarias que no funcionan y que ya han sido reportadas a Luces de Santander hace meses.
Transporte
Al tener una avenida que atraviesa toda la zona, los residentes cuentan con infinidad de rutas de transporte público y fácil acceso a taxis. Sin embargo, todavía se recuerda el excelente servicio de rutas como Lagos- Estadio y Bucarica-UIS, las cuales se perdieron con la implementación de Metrolínea.
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Redacción y fotografía: Felipe Jaimes Lagos. (X)
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