En el contexto de Montería, Córdoba, continúan avanzando las investigaciones para esclarecer el asesinato de José Richard Hernández, un dragoneante del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) que fue asesinado el pasado lunes por la noche mientras se dirigía a su domicilio.
Según información proporcionada por Blu Radio, el funcionario penitenciario fue atacado a tiros en el barrio Finzenú cuando estaba casi en su casa, originando un profundo sentimiento de indignación y preocupación por la seguridad de los servidores públicos.
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En cuanto a los antecedentes del caso, El Heraldo reportó que Hernández había recibido amenazas de un recluso de la Cárcel Las Mercedes, lugar donde él trabajaba. Estas amenazas habrían surgido después de que Hernández denunciara a un compañero de trabajo por intentar introducir de manera ilegal teléfonos celulares en el centro penitenciario.
Las autoridades locales, que incluyen la intervención de la Sijín y miembros del CTI de la Fiscalía según un breve diálogo con Blu Radio, han integrado una cápsula investigativa para esclarecer los hechos.
El comandante de la Policía Metropolitana de Montería, coronel Carlos García, confirmó que se ha acordado aumentar la recompensa ofrecida por cualquier información sobre los responsables del asesinato de Hernández. La cifra se ha incrementado de 20 a 30 millones de pesos debido a la gravedad del caso y la trayectoria del dragoneante en el centro penitenciario.
“La conclusión a la que llegamos en la reunión, es el aumento de la recompensa de 20 a 30 millones de pesos por la importancia y la situación que se da alrededor de la muerte de este funcionario. Así mismo, estamos verificando si el origen de unas denuncias que se interpusieron contra una persona privada de la libertad están relacionadas con el homicidio”, afirmó el coronel García.
El asesinato del dragoneante del Inpec José Richard Hernández ha generado múltiples teorías sobre los posibles autores y móviles del crimen. Un factor clave en la línea investigativa es la posible venganza de un recluso por las denuncias hechas por Hernández. Según continuó explicando El Heraldo, Hernández formuló varias denuncias contra al menos un miembro del Clan del Golfo, incrementando las sospechas de que su muerte podría estar relacionada con sus labores dentro del penal.
El secretario de Gobierno de Montería, Antonio Sierra Romero, también ha destacado la implementación de medidas adicionales para asegurar la captura de los responsables del asesinato. Dicho funcionario ha enfatizado sobre la colaboración entre diversas entidades de seguridad y el compromiso de garantizar la confidencialidad de la identidad de cualquier persona que proporcione información relevante sobre el caso.
Richard José Hernández Arroyo, originario de Sincelejo, laboraba en la cárcel Las Mercedes y vivía en el barrio El Pinar de esta ciudad. Según informó Blu Radio, justo en el momento en que terminaba su jornada laboral y se dirigía a su hogar, fue baleado por hombres que se desplazaban en motocicleta.
Además, El Heraldo indica que el asesinato se perpetró en el barrio Finzenú, donde Hernández había salido de un turno vespertino en su trabajo en la cárcel. La publicación también recoge que un evento clave que podría estar ligado a su asesinato fue la incautación ocurrida el 21 de junio, cuando el dragoneante descubrió a un compañero intentando ingresar tres teléfonos celulares al penal, los cuales estaban destinados a un recluso que posteriormente amenazó a Hernández. Este fue uno de los principales cimientos de sus denuncias formales.
La suma total de detalles recopilados hasta el momento subraya las múltiples capas de corrupción y amenazas dentro del sistema penitenciario local. Hernández, conocido por su “importante” rendimiento operativo, había logrado varias incautaciones de estupefacientes y teléfonos celulares en el centro penitenciario, lo que, según fuentes, lo convirtió en blanco de reclusos y posiblemente de compañeros de trabajo corruptos.
La complejidad del caso y las múltiples hipótesis en juego requieren de una investigación diligente y unificada por parte de todas las entidades involucradas en Montería y el departamento de Córdoba en general. .