El primer ministro británico, Keir Starmer, ha mantenido este lunes una conversación telefónica con el presidente iraní, Masud Pezeshkian, en la que le ha pedido no atacar a Israel para evitar una escalada en la región.
“Ha pedido a Irán que no ataque a Israel porque la guerra no le conviene a nadie”, ha explicado la oficina de Starmer en un comunicado en el que se refiere a la “profunda preocupación” del primer ministro.
Starmer aboga así por una “desescalada para evitar una mayor confrontación regional”. “Hay un grave riesgo de que haya un error de cálculo. Ahora es el momento de la calma y de la reflexión cuidadosa”, ha argumentado.
El dirigente británico ha pedido así un acuerdo para un alto el fuego y la liberación de los rehenes y ha abordado la situación de los extranjeros encarcelados en Irán. La llamada ha durado unos 30 minutos, según informa la cadena británica Sky News.