“Ese día yo tenía que viajar a Misiones, era un compromiso oficial, como Primera Dama, así que viaje igual, al principio solo se veía colorado, pero me quede 3 o 4 días y el ojo comenzó a cambiar cada vez a un color más fuerte. Volví y me quede en Olivos. Estando allí, junto con Alberto, lo llamamos al Dr. Saavedra, Jefe de la Unidad Médica Presidencial, me dio globulitos de árnica, y me dijo que se iba a ir con el tiempo. Y estuve así paseándome por días dentro de la casa, en Olivos, obligada a no salir para que no se viera el golpe”.
En su presentación ante el fiscal Ramiro González, la ex primera dama Fabiola Yañez acusó al jefe de la Unidad Médica Presidencial Federico Saavedra de haber ocultado una de las agresiones del ex presidente Alberto Fernández cuando todavía no había nacido el hijo de ambos. La escena habría ocurrido en la cama, cuando estaban en la quinta de Olivos.
Infobae accedió al escrito de 20 páginas que presentó Yañez ante la Justicia.
Sobre ese día, la ex primera dama relató: “Habíamos discutido antes, mucho, como ya era habitual y como cierre de la discusión me pegó desde su lado de la cama un terrible golpe de puño. Grité y le dije, “que me hiciste”. Pero nada, se dio vuelta y con ese golpe termino la discusión”.
Saavedra, oriundo de La Plata, era el médico de confianza de Fernández. Cuando llegó a la Rosada, lo puso al frente de la Unidad Médica Presidencial.
Tal como había adelantado en la entrevista con Infobae, Yañez sostuvo este lunes que la secretaria de Fernández, María Cantero, sabía de las agresiones pero también mencionó a la ex ministra de Género Ayelén Mazzina (en el aparece como Mesina). “En una oportunidad, le pedí que me acompañe a dar una entrevista a Brasil, en ese país y en el mundo, éramos referentes por tener Ministerio de la Mujer, así que me pareció apropiado ir con ella, y más aun intentar hablarle de lo que vivía. Recuerdo que después de la conferencia fuimos a cenar, y antes nos sentamos afuera, había un banco. Y le dije “tengo que decirte algo, le muestro la foto y le muestro los videos de Alberto con otra mujer teniendo relaciones en La casa Rosada”, se queda callada. Dice “no lo puedo creer, Fabi conta conmigo y vení al ministerio de la mujer” No hizo nada. Después de eso, la encuentro un día en una cena a la que fui con Alberto, se acerca y por lo bajo me dice: “estas mejor”?”, relató sobre el rol de la ex ministra.
En el escrito, que lleva su firma, Yañez también habla de las infidelidades de Alberto Fernández y le apunta directamente a una funcionaria que manejaba la cuenta de Dylan. “En diciembre 2016 regresé y volví a vivir con él, me prometió casarse, tener hijo, todo nuevamente como al principio, pero volvió el hostigamiento, la persecución constante, y mientras yo no daba motivos para esto, en paralelo me llegaban mensajes de muchas mujeres que decían estar teniendo historias intimas con el, lo cual el negaba. Incluso la persona que le manejaba la cuenta de Dylan, y que hoy maneja en gran medida toda la comunicación de Fernández, era una de estas personas”, asegura.
Se refiere a Cecilia Hermoso, la community manager responsable de las redes sociales del Gobierno durante la gestión del ex presidente. “Trabajó desde 2019 junto a Alberto, estuvo en la campaña y fue escalando posiciones”, contó un ex funcionario a Infobae.
No es la única infidelidad que relata la ex primera dama. “Un día, llegando a la reunión del grupo, manejando mi auto, me llama una amiga desde México, y me dice “me acaba de escribir Alberto”, primero le mandó un punto, y luego le dijo: “te tengo acá en mi teléfono no sé como, que linda sos”. Ni siquiera recordaba que la tenía guardado en sus contactos porque era amiga mía. Yo lo llamé, le gritaba y el me decía que estaba loca, que eran pavadas. Así estuve, en tratamiento pagado por el Ineco durante más de un año hasta que no fui más”, expuso ante la Justicia.
Yañez declarará mañana ante el fiscal González. Será por videoconferencia desde Madrid (España), donde reside actualmente.
En la presentación de este lunes, en la que designó a Mariana Gallego como su abogada, acusó a su ex pareja de cometer dos delitos: lesiones graves –doblemente calificadas por el vínculo y perpetrado en el marco de la violencia de género, con abuso de poder, y poder de autoridad- y amenazas coactivas.
En su relato, Yañez mencionó a la periodista Alicia Barrios: “Es una excelente mujer, que sabía lo que yo estaba viviendo, muy cercana al Papa Francisco y ella dijo que a Olivos entraban periodistas, y salían primeras damas, para volver a ser periodistas fuera de Olivos, en una nota periodística, es decir que es claro que se sabía lo que yo padecía y muy pocos se animaban a hablar”.
También recordó una charla privada con Dora Barrancos, que se desempeñó como asesora presidencial con rango y jerarquía de subsecretaria. “La atendí en Jefatura de Gabinete de Ministro de Olivos Recuerdo que ese día, me regaló un libro y halagó la tarea social que hacía, la reunión no duro mas de 30 minutos y fue la única vez que nos vimos. Fue una charla privada, en la que además me dijo que no debía dejar que me trataran como una simple “primera dama” porque eso me despersonalizaba”, contó Yañez.
No es una persona más. En las últimas horas trascendió que Barrancos se habría ofrecido para declarar como testigo pero a favor de Alberto Fernández.
La separación y el viaje a España
En su relato, Yañez cuenta que los últimos seis meses fueron los peores y que siempre tuvo claro que el destino final sería España porque Alberto Fernández quería ser embajador en ese país si el Frente de Todos ganaba las elecciones presidenciales. El final ya es conocido. “Me trajo a España, pero no me ayudó con los trámites, de hecho me revocó el pasaporte diplomático mío y de mi hijo, creo que en parte como otro modo de castigo y control”, dijo.
Yañez reiteró que tiene temor por su seguridad y relató un episodio extraño que vivió el sábado pasado, cuando le dio el reportaje a Infobae en el hotel Emperador de Madrid. “Por algún sistema de inhibidores o algún otro mecanismo que desconozco, en los alrededores de mi vivienda no podía utilizar celulares. Incluso, debí tomar un taxi para asistir a una reunión personal pactada, porque el auto de un amigo que pasó a buscarme, que cuenta con la llave electrónica de mando a distancia, no funcionó, lo que nunca antes había ocurrido”, explicó. Por ese hecho, demoró su llegada a la entrevista.
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