Luego de tener una magnifica participación en los Juegos Olímpicos de París, donde Yeison López ocupó el segundo lugar en levantamiento de pesas, para la categoría de 89 kilogramos, otro de sus anhelos se cumplirá: que su progenitora cuente con una vivienda propia.
Así lo confirmó el alcalde de Cali, Alejandro Eder, durante un evento: “Anunciarle a Yeison, nuestro medallista de plata: tranquilo que tu mamá va a tener el apartamento, ya se lo gestionamos”.
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El beneficio lo recibió, ya que si bien el deportista de halterofilia es oriundo de Istmina, en el sur del departamento del Chocó, su destacada carrera deportiva la llevó a cabo en la capital vallecaucana, ciudad que lo acogió al huir de la violencia con su familia de su territorio natal.
Y aunque tampoco la tuvo fácil para consagrarse en la disciplina olímpica en la Sultana del Valle, López siempre se las arregló para entrenar diariamente, en medio de grandes sacrificios.
“Cada momento es una enseñanza, estuve vendiendo dulces en una chaza para poder entrenar y hoy tengo una medalla olímpica (…) el trabajo duro y la dedicación sí pagan”, afirmó cuando obtuvo la presea el pasado 9 de agosto.
Aparte también soñaba con lograr que su madre tuviera una vivienda propia. De hecho, una vez se ubicó en el podio olímpico en la capital francesa, insistió en ese deseo.
“Estoy muy emocionado porque empieza otro sueño que es poder tener casa propia, por lo que para mí es maravilloso”, afirmó en esa inolvidable jornada deportiva.
La otra atleta que también consiguió su propia vivienda fue la luchadora Tatiana Rentería, que llegó con medalla de bronce desde la Ciudad Luz, luego de que la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro se comprometiera a cumplirle ese sueño.
“Yo dije que iba a dar dos casas al año, entonces la de usted es la segunda casa, oyó”, en una videollamada que le hizo la mandataria, tan pronto la deportista obtuvo su presea.
Rentería también tuvo un proceso similar al de López, y se forjó en medio de sacrificios en su natal Buenaventura, inicialmente en alzamiento de pesas, para luego meterse de lleno en la lucha.
“Trabajaba y estudiaba, tenía que sacar a mi familia adelante porque quería avanzar”, relató ante el Comité Olímpico Colombiano.
Posteriormente, en medio del apoyo que recibió en la Fundación Servicio Juvenil Bosconia en la ciudad portuaria, Rentería halló en el deporte la alternativa de vida que la llevó triunfar en estos Juegos Olímpicos.
Un recibimiento a la medida de su grandeza
Familiares, amigos y admiradores sorprendieron a los dos deportistas que se forjaron en el Valle del Cauca con un emotivo recibimiento en el Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón en Palmira, donde fueron aplaudidos.
“Volver a ver a mi familia, sentirlos en mis brazos es algo indescriptible. Vivo por ellos y estar aquí con una medalla es algo maravilloso, que nos cambia la vida”, expresó López.
Históricamente, el Valle del Cauca ha sido cuna de atletas y en las recientes justas internacionales varios de ellos recibieron diplomas olímpicos por su destacada participación: Queen Saray Villegas, en el BMX-Freestyle; Luis Javier Mosquera en pesas; y Flor Denis Ruiz en lanzamiento de jabalina, entre otros.
“A los jóvenes yo los quiero invitar a que sigan hacia adelante a pesar de todos los obstáculos que puedan tener en la vida. Sean resilientes, sean disciplinados, y si la vida les da la oportunidad de practicar un deporte, ¡háganlo! Porque el deporte es la universidad de los pobres”, insistió el pesista colombiano.
Por su parte, Tatiana Rentería se mostró agradecida con su entrenador, quien fue su inspiración durante la lucha.
“Él estuvo ahí siempre, me daba ánimos y me decía que no me diera por vencida. Ahora descansaré unos días, pero seguiré mi preparación para los otros Juegos Olímpicos que se vienen en 2028″, insistió la atleta colombiana.