Prácticamente ‘desaparecido’ desde que salió de prisión en libertad provisional el pasado 20 de mayo tras casi 100 días en la cárcel por su presunta implicación en el violento robo a la casa de María del Monte e Inmaculada Casal, Antonio Tejado prefiere mantener un perfil bajo y alejado de los focos a la espera de que se celebre el juicio que dictaminará si, como sostiene la Fiscalía, fue el autor intelectual del atraco que ha supuesto uno de los golpes más duros que ha recibido su tía.
Un proceso que se ha retrasado y que no tendrá lugar previsiblemente hasta primavera de 2025, y ante el que el ex de Chayo Mohedano guarda silencio absoluto en sus cada vez más escasas apariciones públicas. Sin embargo, tras las informaciones que apuntaban a que el sevillano estaba anímicamente hundido y que en este complicado trance se refugiaría tan solo en su familia más cercana y en su novia Samara Terrón, un testigo revelaba hace unos días una sorprendente noticia que no deja precisamente en buen lugar a Tejado.
Como ha relatado esta persona en el programa ‘Así es la vida’ -antes de su desaparición de la parrilla de Telecinco-, el sobrino de María del Monte habría pasado una noche de fiesta y diversión en un local de Sevilla hasta altas horas de la madrugada (en concreto las 6:00), y lejos de parecer abatido, se habría mostrado eufórico e incluso habría ‘fardado’ de su paso por prisión.
Según este testigo, Antonio estaría en “estado lamentable” y “desastroso” y llevaba la ropa sucia, y ante el revuelo que generó su presencia en la discoteca no habría dudado en presumir de que había estado en la cárcel, como “orgulloso” de ello, y habría contado algunas anécdotas de lo tranquilo que habría estado y lo bien que le habrían cuidado.
Una información sobre la que le hemos preguntado al sobrino de la cantante, que ha reaparecido en los juzgados de Sevilla para firmar ante el juez, una de las medidas cautelares que le impusieron para lograr la libertad provisional.
Solo, muy serio y ocultando su rostro bajo unas gafas de sol, Tejado ha guardado silecio y no ha negado este episodio nocturno. Sin embargo, a pesar de su contención ante las cámaras no ha podido evitar que su actitud le delatase y su gesto ha cambiado cuando ha escuchado que se le habría visto de fiesta en condiciones ‘lamentables’.
Una cara de enfado que ha aumentado cuando le hemos preguntado cómo se ha tomado las críticas por irse de ‘juerga’ y presumir de su paso por la cárcel mientras su tía María continúa hundida psicológicamente por el robo y recibiendo tratamiento psicológico.