Los desafíos de Bogotá persisten, con preocupaciones en varios sectores a pesar de una reducción reciente en los niveles de pobreza.
Así lo reveló el informe publicado el martes 13 de agosto de Bogotá Cómo Vamos, que también señaló que la ciudad mejoró en cuanto a empleo y desigualdad, aunque muestra señales de alerta en temas de seguridad, ambiente y movilidad.
En el ámbito de pobreza y empleo, el informe destacó que la capital de la República avanzó en la recuperación económica post-pandemia del covid-19, logrando reducir la pobreza monetaria.
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En 2023, el 24% de los habitantes tenían dificultades para acceder a la canasta básica, comparado con niveles anteriores más altos. Sin embargo, algunos grupos específicos, como los migrantes, las mujeres y los jóvenes, siguen enfrentándose a mayores índices de pobreza.
Entre los migrantes, la incidencia de pobreza alcanzó el 46,5%. Las mujeres registraron un 24,5% y los jóvenes un 24,1%. Este panorama exige una mejor focalización de las transferencias monetarias y la integración de datos entre las entidades distritales y nacionales para atender adecuadamente a estos segmentos vulnerables.
Otro elemento importante de este resultado es el Índice de Pobreza Multidimensional, que alcanzó su valor más bajo histórico del 3,6% en 2023. Aunque esta reducción muestra un progreso significativo, el empleo informal y el desempleo de larga duración continúan impactando negativamente y son áreas clave de atención.
En cuanto al índice de Gini, indicador de desigualdad, Bogotá registró una disminución por segundo año consecutivo, cerrando en 0,53 en 2023. La tendencia sugiere que la ciudad podría alcanzar la meta de 0,49 para 2030, en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por el Conpes 3918 de 2018.
El empleo informal se redujo a su mínimo histórico del 32,1% el año pasado, pero aún existen barreras significativas para la inclusión laboral de migrantes venezolanos, mayores de 55 años y jóvenes. Estas cifras hacen evidente la necesidad de esfuerzos concertados entre el sector público y privado para promover la equidad laboral.
En 2023, Bogotá también recuperó los niveles de desempleo previos a la pandemia, con una tasa del 10,4%. No obstante, persisten disparidades de género, pues las mujeres presentan una tasa de desempleo del 11,0%, frente al 9,8% de los hombres. Esta brecha, aunque en disminución, resalta la necesidad de continuar abogando por políticas que mitiguen los sesgos de género y promuevan una distribución equitativa de las labores domésticas.
El informe también resalta que el 31,5% de las mujeres dedican la mayor parte de su tiempo a trabajos del hogar, en contraste con el 7,1% de los hombres. Esto representa una barrera significativa para la generación de ingresos por parte de la población femenina. La flexibilización de las jornadas laborales y el reconocimiento del trabajo no remunerado son estrategias recomendadas para abordar esta problemática.
Del mismo modo, la búsqueda de empleo se facilita principalmente mediante redes de contactos personales, lo cual complica la incorporación laboral de migrantes, mujeres y jóvenes. Reforzar los servicios de intermediación laboral con un enfoque poblacional específico podría mejorar esta situación.
Respecto a los objetivos del Plan Distrital de Desarrollo 2020-2024, la administración de Claudia López cumplió cinco de seis metas relacionadas con pobreza y empleo. Además, se destacó el notable avance en el Sistema Distrital Bogotá Solidaria, superando la meta en un 171,6%. Sin embargo, la implementación de la estrategia de horarios escalonados alcanzó un 77% de cumplimiento, indicando áreas donde aún se puede mejorar.
Estos hallazgos resaltaron el progreso de Bogotá en algunos frentes, al mismo tiempo que revelan áreas que requieren atención y estrategias sostenibles para asegurar una mejora continua en la calidad de vida de sus habitantes.
Bogotá se convirtió nuevamente en el foco de un estudio detallado sobre los factores que afectan la calidad de vida de sus ciudadanos. El informe, que contó con el apoyo de nueve organizaciones aliadas y la participación de más de 40 personas expertas, presentó un análisis exhaustivo de la situación en la capital colombiana, mostrando diversas dimensiones vitales para la ciudad.
En el informe se desglosaron nueve elementos esenciales que influyeron significativamente en la vida cotidiana de los bogotanos. Dentro de estos aspectos fundamentales se encuentran pobreza y empleo, seguridad, movilidad, educación, salud y demografía, vivienda y espacio público, ambiente, dinámica empresarial y democracia.
Pobreza y empleo son dos indicadores críticos que determinan el nivel de bienestar de la población. La capital colombiana ha reflejado variaciones en los índices de empleo, con fluctuaciones en la tasa de ocupación y desempleo. La adaptación a nuevas formas de empleo y la informalidad laboral también son aspectos destacados, mostrando cómo estos factores impactan en la calidad de vida de los residentes.