(Desde Washington, Estados Unidos) Joe Biden considera que un cese del fuego en Gaza acordado por Hamas e Israel puede postergar un inminente ataque de Irán a territorio israelí para vengar el asesinato del líder terrorista Ismail Haniyeh.
“Esa es mi expectativa”, contestó Biden cuando le preguntaron al respecto.
Esa presunción política del presidente de los Estados Unidos está condicionada por la propia realidad de Medio Oriente: Israel participará de una nueva ronda de conversaciones que inicia mañana, pero Hamas adelantó ayer que se mantendrá al margen de las negociaciones que se harían en Doha (Qatar) o el Cairo (Egipto).
“Ir a la reunión, sería volver al punto de partida”, sostuvo Ahmad Abdul-Hadi, representante de Hamas en el Líbano.
Y completó: “Netanyahu no está interesado en alcanzar un acuerdo que ponga fin a la agresión por completo, sino que está engañando y evadiendo”.
En este contexto, la Casa Blanca solicitó al emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani, que interceda con Hamas para lograr su comparecencia en las negociaciones destinadas a lograr un cese del fuego, la libertad de los rehenes y la posibilidad de distribuir ayuda humanitaria en la zona de conflicto.
Qatar tiene excelente relación con el grupo terrorista y Doha se ha transformado en un santuario para los jefes de la organización que atacó a Israel el 7 de octubre de 2023. Ismail Haniyeh, líder de Hamas asesinado en Teherán, tenía su residencia oficial en la capital qatarí.
El emir Al Thani movió sus piezas y está expectante de una respuesta en las próximas horas.
“Qatar nos ha asegurado que trabajará para que Hamás esté representado, y esperamos plenamente que estas conversaciones avancen”, dijo Vedan Patel, vocero del Departamento de Estado, durante una conferencia de prensa.
Washington respeta el trabajo silencioso del emir qatarí, y por eso decidió avanzar con las negociaciones a la espera de una señal positiva de Hamas.
Tras una reunión con Jake Sullivan -consejero de Seguridad Nacional de Biden-, Brett McGurk -coordinador de la Casa Blanca para Medio Oriente- y Amos Hochstein -enviado especial de Estados Unidos para el Líbano- viajaban anoche a la zona de conflicto para acercar posiciones entre las partes. Y si no hay cambio de planes, el director de la CIA, Williams Burns, también partirá a Doha para sumarse a las complejas deliberaciones para llegar al cese del fuego.
McGurk, Hochstein y Burns no tienen una tarea sencilla. Benjamin Netanyahu insiste con ciertas cláusulas del acuerdo que son resistidas por Hamas e Irán, su protector geopolítico. Si el premier israelí no aplaca sus reclamos, la posibilidad del cese del fuego podría quedar en un impasse que facilitaría la ofensiva iraní contra israel.
Estados Unidos desplegó portaviones, submarinos, jets de combate, misiles aire-tierra y tropas de elite para robustecer la defensa aérea de Israel. Este potencial bélico tiene como única finalidad evitar que un eventual ataque de Irán destruya objetivos civiles o militares en territorio israelí.
La Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado ya anunciaron que el objetivo principal es desescalar el conflicto, y que en caso de un enfrentamiento iniciado por Teherán, Estados Unidos se limitará a colaborar con Israel sin intervenir en sus movimientos bélicos ofensivos.
Durante una conferencia de prensa en el Pentágono se ratificó que Estados Unidos no atacaría Irán ante su eventual ofensiva contra Israel.
“Nuestro objetivo es reducir la tensión. Hemos puesto estas capacidades adicionales en la región (portaaviones, jets de combate, baterías antiaéreas) para proteger a nuestras fuerzas, pero también para apoyar la defensa de Israel en caso de que sea atacado”, explico Pat Ryder, vocero del Departamento de Defensa.
Y añadió para terminar las dudas: “No voy a especular ni a entrar en hipótesis sobre cuándo y si Irán lanza un ataque o uno de sus representantes lanza un ataque. Sus comentarios públicos han sido muy claros, así que debemos tomarlos en serio. Pero nuestro objetivo es reducir la tensión, trabajar para permitir ese alto el fuego y lograr que estos rehenes regresen a casa.
La ecuación geopolítica de Biden -si hay tregua en Gaza es posible que Irán no ataque a Israel- depende de la decisión de Hamas que está presionado por Qatar. Las próximas horas serán claves para coronar un movimiento diplomático que podría traer un instante de paz en Medio Oriente.