Impresionante concierto el de Isabel Pantoja este miércoles 14 de agosto en San Pedro del Pinatar, Murcia. Ajena a las últimas informaciones sobre el delicado momento personal que atraviesa, la tonadillera ha vuelto a subirse al escenario y, completamente entregada, ha hecho un derroche de voz y de arte que ha arrancado los aplausos y las ovaciones de sus fans, que no dudaron en corear su nombre. Muestras de cariño que emocionaban a la artista, que rompía a llorar en plena actuación.
Y es que es el cariño de sus incondicionales lo que le está dando fuerzas en estos momentos en los que su vida privada vuelve a estar en el ojo del huracán. Por un lado, por su fallida mudanza a Madrid después de romperse las negociaciones de la compra de la casa con la que tan ilusionada estaba y en la que confiaba comenzar una nueva etapa en la capital. Por el otro, su presunto enfado con Anabel Pantoja después de que su sobrina quedase a cenar con Mariló de la Rubia -de la que no quiere saber absolutamente nada- en Córdoba. Algo que ha quedado desmentido por la ifluencer, que dejando claro que su relación con su tía continúa siendo tan estrecha como siempre, ha estado a su lado en Murcia y juntas han presumido de su complicidad en una imagen que han publicado en redes sociales.
Además, hay otro rumor relacionado con Isabel Pantoja, que se habría distanciado de dos de sus mejores amigas tras el concierto que ofreció en Castellón el pasado 3 de agosto. Según Kike Calleja, la artista había planeado cenar con su entorno más íntimo en su habitación tras la atuación, pero se encontró con la negativa de Agustín Pantoja.
Lejos de anular la ‘quedada’, sus íntimas amigas cenaron con Anabel en su habitación, pero en lugar de despedirse de la tonadillera cuando todo acabó se fueron a descansar, lo que habría molestado mucho al hermano de la cantante. Tanto es así que dichas amigas, que han estado al lado de Isabel en sus últimos viajes, no han estado a su lado en Murcia.
Y quizás por este motivo la madre de Kiko Rivera ha intentado evitar por todos los medios que la prensa la grabase o tuviese opción de preguntarle por su ruptura con dos de las personas de su -cada vez más escaso- núcleo duro a su regreso a casa este jueves.
Acompañada solamente por Agustín, la cantante se las ha apañado para no ser vista a su llegada al aeropuerto de Jerez de la Frontera. Una furgoneta la ha recogido a pie de pista y la ha trasladado hasta otra que la aguardaba para llevarla a Cantora, situándose los vehículos a tan poca distancia que ha sido imposible captar a Isabel, aunque sí hemos visto a su hermano, que no dudó en dar la espalda a las cámaras para tapar la visión y ejercer de parapeto humano con la tonadillera.
Unas imágenes que nos recuerdan a la peor versión de Isabel tras varios meses en los que, sonriente y cercana, dejaba entrever que estábamos ante una nueva Isabel. Tan solo un espejismo, puesto que con su actitud ha dejado claro que no quiere enfrentarse a las preguntas de los reporteros tras las últimas polémicas que han sacudido su vida y le han provocado una tristeza imposible de disimular.