Las autoridades de Panamá han fletado este martes el primer vuelo de deportación de migrantes tras el acuerdo suscrito con Estados Unidos para tratar de contener el flujo de migración en Centroamérica y, en particular, en el conocdo como Tapón del Darién.
Más de medio millón de personas atravesaron en 2023 esta zona selvática que separa Colombia de Panamá y el actual presidente panameño, José Raúl Mulino, se ha comprometido a frenar el tránsito. En julio, el nuevo Gobierno ordenó el cierre de tres pasos para tratar de reducir o al menos canalizar las llegadas.
La Administración de Joe Biden ha buscado además la colaboración de las autoridades panameñas para contener las llegadas de migrantes a su frontera sur con México. Dentro de esta connivencia se incluyen vuelos de deportación como el que se ha concretado este martes, como ha confirmado la Embajada estadounidense en Panamá.
La Embajada ha subrayado en redes sociales el “compromiso” de los dos países para “abordar juntos la migración irregular en Darién”. Así se lo trasladó también la pasada semana Biden a Mulino durante una conversación telefónica en el que ambos mandatarios hablaron, entre otros temas, de cuestiones de política migratoria.
