Imitando el concepto del restaurante estadounidense Dick’s Last Resort, en el que los meseros y demás trabajadores del lugar están obligados a maltratar a su clientela, un nuevo foodtruck (puesto de comidas en buses o camiones) en Cali se ha hecho viral, precisamente, por los insultos y manera poco convencional de tratar a los comensales.
Así lo registró en sus redes sociales el creador de contenido local Elesito, que en una visita reciente al lugar, explicó que se trata de “probar una comida donde te tratan mal. Unas sodas donde lo tratan a usted como un cul@$%#, lo insultan de entrada, lo atiende con insultos, de todo. Es algo nuevo que salió en Cali y que se ha vuelto muy viral”.
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Incluso, antes de acercarse para realizar su pedido escuchó el lenguaje que manejan las trabajadoras al preparar las bebidas que se venden por solicitud de los clientes y su diagnóstico no fue otro que “estas mujeres están muy llenas de odio”, pues se burlan de los defectos físicos de las personas y, cuando contestan, se ensañan con palabras soeces contra el afectado.
Sin embargo, Elesito se vio obligado a admitir que el lugar “esta chimba, nunca antes había visto eso, está melo, se saben todas las groserías existentes, habidas y por haber”. Entendiendo que se trata de un juego que, lejos de querer herir la susceptibilidad de los clientes, pretende hacerlos reír, mientras disfrutan del menú.
La invitación de las trabajadoras del lugar, todas mujeres sin pelos en la lengua y bastante jóvenes, es que “si usted es sumisa y quieren que la atiendan mal, venga pues, malparid@$%#”.
En local de baila erótico y postres se hizo viral una discusión de pareja:
Desde el 2023, Severo Sinvergüenza ha generado opiniones divididas en Cali, capital del Valle del Cauca, debido a su inusual modo de operación y espectáculos explícitos que generan tanto fascinación como indignación entre consumidores. Pero un video compartido en las redes sociales, a inicios de marzo, se convirtió en la gota que derramó el vaso por el trato del personal del local para con algunos de sus clientes.
En uno de los incidentes más comentados, una pareja (hombre y mujer) ingresó al restaurante, y ella pidió un waffle en forma de órgano genital masculino. El empleado del lugar procedió a esparcir leche condensada sobre el producto de manera provocativa, mientras la cliente observaba de rodillas. Al volverse, el empleado aprovechó para darle una nalgada, lo que causó gran molestia en su pareja. En venganza, el hombre jaló a otra cliente del lugar, la sentó y comenzó a imitar el show erótico que presenciaron, lo cual desató una pelea entre la pareja, que terminó con una agresión entre los novios.
Este tipo de espectáculos forma parte habitual del ambiente en Severo Sinvergüenza, donde se venden waffles con morfologías genitales y se ofrecen shows eróticos. La dinámica consiste en que los empleados realizan movimientos sugestivos y, a veces, incluso llegan a tocar a las clientas, lo cual ha dividido opiniones entre el público. Algunos visitantes disfrutan y hasta solicitan acercamientos de este tipo, mientras otros se sienten profundamente ofendidos.
El restaurante, cuyos espectáculos incluyen elementos explícitos similares a un acto sexual, se ha vuelto famoso en la región. Muchos han criticado las acciones del establecimiento, señalando que el comportamiento de los empleados puede ser inapropiado, especialmente en presencia de otras personas. Para algunos, la forma en que se sirven los productos y el comportamiento de los trabajadores cruzan los límites de lo aceptable y son vistos como ofensivos.
Los videos compartidos en plataformas como TikTok y Instagram muestran cómo las clientas a menudo solicitan más interacciones del estilo mostrado, lo cual ha sido un punto álgido de controversia. La viralización de estos videos ha incrementado tanto la curiosidad como la indignación pública, generando debates sobre lo que es considerado adecuado en un entorno de servicio alimenticio.
En los días subsecuentes a la difusión de estos videos, el debate trascendió las redes sociales, llegando a medios de tiraje nacional y círculos de discusión locales. Aunque el restaurante ha ganado notoriedad y aumentado su clientela, también enfrenta un creciente escrutinio por parte de sectores conservadores de la capital valluna.