En el intento de ganar aliados por el control total del Cártel de Sinaloa, Los Chapitos han intensificado la violencia silenciosa en la región con una serie de operativos que buscan meter presión a los clanes criminales para que éstos den la espalda a Ismael Zambada Sicarios, alias El Mayito Flaco, quien busca vengar la traición de esta facción a su padre, Ismael El Mayo Zambada.
Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, los dos hijos de Joaquín El Chapo Guzmán que continúan en libertad tras las detenciones de Ovidio y Joaquín Guzmán López, se han quedado al frente de la célula de Los Chapitos y, de acuerdo con la periodista Anabel Hernández, han optado por una estrategia brutal y calculado para forzar la lealtad de aliados clave mediante el miedo y la violencia.
En su podcast Narcosistema, la investigadora apunta que Los Chapitos han comenzado a atacar a los aliados de El Mayo Zambada, detonando casas y ejecutando asesinatos selectivos.
Sin embargo, en un esfuerzo por mantener una apariencia de normalidad en las calles, se ha gestionado que los cuerpos no queden expuestos públicamente, bajo la petición del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya.
“En Sinaloa ha comenzado a haber una serie de operativos silenciosos en los que los Chapitos han mandado a reventar casas de personas aliadas al Mayo Zambada, principalmente gente de grupos armados que levantan y asesinan a personas. El gobernador Rubén Rocha Moya ha pedido: “Hagan lo que quieran, pero no me dejen los muertos en las calles”. Por eso no se ven los cuerpos baleados, ya que los Chapitos llevan la guerra de manera muy violenta pero silenciosa”, dijo Anabel Hernández.
Ismael Zambada Sicairos, que se ha movido a Baja California para buscar apoyo, enfrenta una creciente presión por mantener el control del imperio criminal que manejaba su padre El Mayo Zambada hasta el 25 de julio, día en que Joaquín Guzmán López lo habría secuestrado y llevado a Estados Unidos para su detención bajo engaños de una reunión con políticos de alto calibre.
Además de la violencia directa, Los Chapitos han recurrido a una campaña de intimidación contra otros miembros del cártel. Han convocado a figuras afines al Cártel de Sinaloa y los han amenazado de muerte para asegurar que no apoyen a El Mayo Zambada. Esta estrategia tiene como objetivo quebrar la lealtad de los aliados del Mayo, forzándolos a alinearse con los Chapitos bajo amenaza de represalias violentas.
Este tipo de presión ha llevado a algunas familias a considerar la traición como una opción para garantizar su supervivencia. Una familia importante en esta ecuación, los Hermanos Cabrera Sarabia, que controlan parte de Durango y otras áreas de México, ha manifestado su intención de pasarse al bando de Iván Archivaldo, lo que representaría un golpe significativo para El Mayito Flaco, según la periodista.
“Los Apestados”
Sin embargo, de acuerdo con la autora de “La Historia Secreta: AMLO y el Cártel de Sinaloa”, Los Chapitos estarían empezando a ser vistos como “los apestados” pese a que muchos han cedido a las presiones para unirse a su causa.
“Los Chapitos están empezando a ser como los apestados, porque, aunque muchos han cedido a sus presiones para apoyarlos, no piensan que esta traición al Mayo Zambada haya sido justa”, señala Hernández García y anota que, aunque parezca difícil de creer, dentro de estos mismos clanes criminales existen determinadas reglas que no pueden romperse y para muchos una de ellas era no tocar a Ismael Zambada.
La periodista apunta que uno de los motivos que obligan a muchas familias a mostrar su apoyo a los Guzmán Salazar es el hecho que conocen lo sanguinarios que pueden llegar a ser, poniendo como referencia la venganza que tuvieron contra Dámaso López Núñez, alias El Licenciado, y su familia.
En 2016, Los Chapitos emprendieron una guerra brutal contra una de las familias que había sido una de las más allegadas a su padre El Chapo Guzmán: la familia de Dámaso López Núñez, padre de El Mini Lic.
“Aunque antes habían sido amigos, aliados y compadres, cuando los Chapitos pensaron que Dámaso quería disputarles la facción o el reino del Chapo Guzmán, emprendieron un exterminio. Asesinaron a los miembros de la familia de Dámaso, exterminaron sus casas y se apropiaron de sus propiedades, incluyendo los negocios legales (construidos con dinero ilegal, claro)”, dijo la podcaster.
Además, recordó que inmediatamente después de la captura de El Mayo Zambada fue vandalizada la capilla familiar de Dámaso López, donde se encontraban los restos de uno de sus hermanos.
“Fue totalmente destruida como parte de la estrategia de Los Chapitos para aterrorizar a otras familias del Cártel de Sinaloa. Con esta estrategia de terror, Los Chapitos han logrado allegarse de aliados, aunque estos aliados están poco convencidos de cuánto tiempo durarán vivos y del lado de Los Chapitos”.
Finalmente, remató diciendo que, comparados con los Zambada, Los Chapitos tienen en este momento más dinero, mayores alianzas políticas y la mayor cantidad de sicarios y ejércitos, como se vio en 2019 en el llamado Culiacanazo, cuando el Ejército detuvo a Ovidio Guzmán: “Salieron como cucarachas decenas y decenas de sicarios a combatir a favor de los Chapitos, solo fue una pequeña muestra de su capacidad armada, organización y control territorial”, advirtió Hernández.
¿Quiénes han mostrado su apoyo a Los Chapitos?
Familia Cabrera Sarabia: Tienen poder en una buena parte de Durango y otras áreas de México. Aunque históricamente han sido aliados de El Mayo, al menos de palabra han manifestado su intención de unirse a Iván Archivaldo, lo que representaría un gran golpe para El Mayito Flaco si se concreta la traición.
José Ángel y Jorge Canobbio: Son dos jóvenes sinaloenses de edades similares a las de Los Chapitos, son la mente criminal detrás de Los Chapitos. No sólo son estrategas del tráfico de fentanilo, producción, distribución en laboratorios, diseño de rutas y obtención de precursores químicos, sino que son más violentos y sanguinarios que Iván y Alfredo Guzmán, indica Anabel Hernández.
A ellos también se suman Marcos Eduardo Castillo, alias Markitos Toys, y Mario Alberto Castro Cárdenas, alias El Castor, narcotraficantes del ala de Los Chapitos, especializados en el tráfico de fentanilo y encargados de proporcionar dinero y armas.
De igual manera, cuentan con Óscar Noé Medina, alias El Panu, compadre de Iván Archivaldo y quien es el jefe de sicarios de Los Chapitos; así como Jorge Humberto Figueroa, alias El 27, otro de los importantes jefes de sicarios que ha estado organizando los operativos contra la gente de El Mayo Zambada.