En el punto de mira por su ruptura con Sebastián Yatra a principios de agosto tan solo cinco meses después de su reconciliación, Aitana continúa disfrutando de unas merecidas vacaciones en Ibiza, refugiándose en su paraíso particular de la expectación mediática que se ha creado en torno al fin de su historia de amor con el cantante de ‘Tacones rojos’ mientras cuenta los días para retomar sus compromisos profesionales.
Lejos de estar abatida o triste como muchos pensaban después de romper a llorar en su último concierto en Vigo, la artista ha pasado página después de que el colombiano decidiese acabar con su relación y tanto de día -con interminables jornadas al sol en alta mar con amigas- como de noche -se la ha visto en algunos de los locales de copas más populares de la isla pitiusa- está exprimiendo el verano al máximo. Y está feliz.
Uno de los ‘culpables’ de su sonrisa podría ser el modelo y empresario Biel Juste, con el que ha sido pillada en actitud cómplice y con el que se rumorea que habría olvidado a Yatra.
Pero sus grandes apoyos son, sin duda, sus mejores amigas, entre las que se encuentra su excuñada María Bernardeau. A pesar de que se especula que su relación con Miguel Bernardeau no habría terminado de la mejor manera posible, a punto de cumplirse dos años de su ruptura Aitana continúa teniendo una gran amistad con la hermana del actor, de 20 años.
Ambas se han reencontrado en Ibiza y han disfrutado de una divertida jornada en el barco que la cantante ha alquilado durante sus vacaciones. Risas, confidencias y sobre todo mucha complicidad mientras disfrutaban del sol en la cubierta de la embarcación.
Mientras la hija de Ana Duato optó por no quitarse el pareo y se protegió de los rayos solares con un gorro de pescador de máxima tendencia, Aitana presumió de su impresionante y bronceadísima figura con un escueto bikini de triángulo en color negro con ribetes en amarillo flúor.
Relajada, y muy cercana a la que fue su cuñada, la cantante se mostró de lo más sonriente y relajada, disfrutando de una bebida fresquita mientras consultaba su teléfono móvil riéndose poco antes de abandonar el barco para continuar con la jornada en otro sitio.