Taiwán probó este viernes dos misiles antibuque de fabricación nacional, el Hsiung Feng II y el Hsiung Feng III, durante unas maniobras militares en la costa este de la isla, con el fin de “verificar las capacidades de defensa aérea conjunta y de combate naval” ante la creciente amenaza militar de China.
Este ejercicio de “lanzamiento de misiles de precisión” tuvo lugar en la base Jiupeng del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Chung-Shan (NCSIST), ubicada en el condado meridional de Pingtung, así como en áreas marítimas y aéreas del este de Taiwán, informó en un comunicado el Ministerio de Defensa Nacional (MDN).
Los misiles en cuestión fueron lanzados desde plataformas móviles ubicadas en tierra y desde buques de la Armada taiwanesa, y todos ellos impactaron con éxito en los barcos objetivo, según imágenes difundidas por la Agencia de Noticias Militares de la República de China (nombre oficial de Taiwán).
La Fuerza Aérea, por su parte, también participó en esta jornada de maniobras con el lanzamiento de misiles MICA, Sky Sword II y AIM-120 de medio alcance desde cazas de combate Mirage 2000, F-CK-1 (IDF) y F-16, señaló el comunicado del MDN.
Estos ejercicios tuvieron lugar en pleno recrudecimiento de la actividad militar de China en el Estrecho de Taiwán, especialmente a raíz de la toma de posesión del nuevo presidente isleño, William Lai (Lai Ching-te), el pasado 20 de mayo.
En los últimos tres meses, Taiwán ha detectado un total de 1.666 aeronaves del Ejército chino operando en los alrededores de su territorio, y cerca de 1.200 de ellas cruzaron la línea media del estrecho o vulneraron la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa.
En este contexto, el Gobierno taiwanés propuso este jueves aumentar su presupuesto de Defensa hasta un “máximo histórico” de 647.000 millones de dólares taiwaneses (20.220 millones de dólares) para 2025, lo que representará en torno al 2,45 % del producto interior bruto (PIB) del próximo año, para contener a China, que considera a la isla como una “provincia rebelde”.
“Queremos seguir en democracia”
Taiwán desea “seguir en democracia” y no estar “gobernada por el Partido Comunista” chino, aseguró este viernes el presidente isleño, William Lai (Lai Ching-te), durante su primera visita como mandatario a las Kinmen, un archipiélago bajo control taiwanés y ubicado frente a las costas de China.
“Nuestro objetivo es lograr un desarrollo pacífico de las relaciones en el estrecho de Taiwán. Taiwán es un país amante de la paz y su gente es bondadosa”, aseveró Lai con motivo del 66º aniversario del inicio del bombardeo masivo de las Kinmen por parte de China.
“No intentaremos reconquistar el continente, pero tampoco deseamos ser gobernados por el Partido Comunista. Taiwán quiere seguir viviendo una vida de democracia, libertad, derechos humanos y Estado de derecho”, agregó.
Lai, considerado como un “independentista” por las autoridades de Pekín, viajó a Kinmen acompañado por su ministro de Defensa, Wellington Koo, y por altos cargos del Ejército taiwanés, quienes participaron en una ofrenda floral en honor a los fallecidos en el conflicto de 1958.
Durante un almuerzo con oficiales, soldados y familiares de los veteranos de esa batalla, Lai instó a tener la “determinación” necesaria para proteger Taiwán y los archipiélagos periféricos de Kinmen, Matsu y Penghu frente a la “amenaza de China, que no es menor que en años anteriores”.
El líder isleño insistió en que China “tiene un objetivo aún más profundo al intentar apoderarse de Taiwán”, que es el de “cambiar el orden internacional basado en reglas, no sólo en el Pacífico Occidental, sino en todo el mundo”.
“Cuando ocurrió el bombardeo del 23 de agosto (de 1958), yo aún no había nacido y el Partido Progresista Democrático (PDP, gobernante de Taiwán) no se había fundado. Esto muestra claramente que el intento de China de apoderarse de Taiwán no se debe a lo que diga una persona o partido político de Taiwán”, señaló Lai.
“Los oficiales y soldados que participaron en la batalla no distinguieron entre este, oeste, sur o norte, ni entre etnias; militares y civiles lucharon juntos. En el futuro, si queremos resistir la amenaza de China, debemos estar unidos”, manifestó.
China aumentó su actividad militar durante la visita del presidente de Taiwán a las Kinmen
China organizó este viernes una patrulla conjunta de fuerzas aéreas y marítimas en el Estrecho de Taiwán, coincidiendo con la visita del presidente taiwanés, William Lai (Lai Ching-te), al archipiélago periférico de las Kinmen, informó el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán.
La cartera castrense informó en un comunicado que detectó 27 aeronaves del Ejército chino, entre ellas cazas J-16 y aviones de vigilancia KJ-500, operando en los alrededores de Taiwán a partir de las 7:20 hora local de este viernes (23:20 GMT del jueves).
Un total de 23 de esos aparatos cruzaron la línea media del Estrecho de Taiwán, una frontera no oficial que había sido respetada por Taipéi y Pekín durante décadas, e ingresaron en la autoproclamada Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) taiwanesa para llevar a cabo “patrullas conjuntas de preparación para el combate” con buques de la Armada.
“Las Fuerzas Armadas de la República de China (nombre oficial de Taiwán) han empleado métodos conjuntos de vigilancia e inteligencia para monitorear de cerca estas actividades y han desplegado aviones de misión, buques y sistemas de misiles en tierra para responder adecuadamente”, señaló el texto oficial.
El MDN ya había registrado un repunte de la actividad militar china durante la jornada anterior: 32 aeronaves del Ejército chino traspasaron la línea divisoria del estrecho o penetraron en la autoproclamada ADIZ taiwanesa entre las 06:00 y las 18:39 horas del jueves (22:00 GMT del miércoles y 10:39 GMT del jueves), según el último parte diario del organismo.
Estos movimientos coinciden con la visita, en la mañana local del viernes, de William Lai a las islas Kinmen, un archipiélago bajo control taiwanés y ubicado frente a las costas de China.
El asesor de Seguridad de la Casa Blanca viajará a Pekín para expresar su preocupación por Taiwán
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, viajará la próxima semana a Pekín para reunirse con altos funcionarios del gobierno chino, con un mensaje conciliador pero en el que expresará la preocupación de Estados Unidos por los aumentos de la presión sobre Taiwán.
En una llamada con medios de comunicación, un alto funcionario de la Casa Blanca afirmó que en las conversaciones de la próxima semana se planteará la “preocupación” por “el aumento de la presión militar, diplomática y económica en Taiwán”.
“Estas actividades son desestabilizadoras y corren el riesgo de una escalada y vamos a seguir instando a Pekín a entablar un diálogo significativo con Taipéi”, apuntó el funcionario, quien reiteró que Washington sigue “comprometido con la política de una sola China”.
“Nos oponemos a los cambios unilaterales del statu quo por parte de cualquiera de las partes. Esperamos que las diferencias entre ambos lados del Estrecho se resuelvan fácilmente”, apuntó.
Tras la toma de posesión del presidente taiwanés William Lai (Lai Ching‑te) -calificado de alborotador por China- en mayo, China ha estrechado aún más su cerco militar en torno a la isla, un territorio gobernado de forma autónoma desde 1949 y considerado por las autoridades de Pekín como una “provincia rebelde” para cuya “reunificación” no ha descartado el uso de la fuerza.
El viaje de Sullivan a Pekín se realizará entre el 27 y el 29 de agosto y en él se reunirá con el ministro de asuntos exteriores, Wang Yi, en la que será la quinta reunión entre ambos.
(Con información de EFE)