Alrededor de 30 personas han muerto y varias decenas han sido dadas por desaparecidas a causa de las inundaciones y los deslizamientos de tierra causados por las lluvias torrenciales registradas durante las últimas horas en la provincia yemení de Al Mauhit, controlada por los rebeldes hutíes y situada en el oeste del país.
El secretario general del consejo local, Alí al Zikam, ha indicado que hasta el momento se han recuperado 33 cadáveres en la zona y ha agregado que las inundaciones han destruido 28 casas y causado daños materiales en otras 200, según ha recogido la agencia yemení de noticias SABA.
Asimismo, ha recalcado que las autoridades están trabajando para reabrir las carreteras y llegar a los lugares afectados, antes de adelantar que los damnificados recibirán ayuda alimentaria una vez que los servicios de emergencia puedan acceder a estas zonas.
Horas antes, la Policía había cifrado en 24 los desaparecidos, sin pronunciarse sobre víctimas. Por su parte, el ministro de Información y portavoz del Gobierno establecido por los hutíes, Hashem Sharafadín, ha asegurado que trabajan de cerca con las autoridades locales para ayudar a los afectados.
“El Gobierno siente una profunda tristeza por toda pérdida de vidas y sufrimiento causado por este desastre natural y trabaja de cerca con las autoridades locales para adoptar las medidas necesarias para responder a esta crisis”, ha dicho, al tiempo que ha pedido a la población “cautela extrema” y que “siga las instrucciones de las autoridades competentes”.
Según las informaciones recogidas por la agencia alemana de noticias DPA, las inundaciones habrían provocado el colapso de tres presas en la zona, situada en los alrededores de la capital, Saná, si bien las autoridades no se han pronunciado por ahora sobre este extremo.
Yemen, sumido desde 2015 en una guerra entre los rebeldes hutíes y las autoridades reconocidas internacionalmente, apoyadas por una coalición militar liderada por Arabia Saudí, lleva semanas afectado por las intensas lluvias, que han causado destrucción y el desplazamiento de población en varios puntos del país.
Naciones Unidas cifró hace dos semanas en cerca de 60 los muertos en el país, mientras que la Media Luna Roja de Yemen elevó a 340.000 los damnificados por las lluvias y las inundaciones.