A sus 25 años, Christian David Mosquera Durán habría logrado hackear la cuenta de correo oficial de la Federación Colombiana de Baloncesto y convencer a los organizadores de la Copa de la Amistad, en Rusia, para que costearan los gastos de viaje de 13 personas (12 supuestos jugadores y su entrenador) y así lograran participar del torneo con el que el gigante euroasiático pretendía medir el desempeño de sus atletas, vetados en distintos escenarios deportivos desde el inicio de la invasión a Ucrania.
Mosquera, que también participó de los encuentros contra Rusia y Venezuela junto a Juan David Longa Padiya, John Sebastián Chala Valero, Carlos Germán Rivas Contreras, David Stephen Blanco Daza, Kevin Ruyardi Rodríguez Muñoz, Julián Andrés Vázquez González, Ángel Ninel Herrera Munevar, Miguel Ángel Torres Melo, David Andre Ardila Cabezas, Luis Miguel Parra Sánchez y Christian Santiago Borda Marín, tiene un pasado en el baloncesto.
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En el pasado, Mosquera Durán perteneció a la selección de baloncesto del departamento del Valle y ganó múltiples reconocimientos, que compartió a través de las redes sociales, en donde aún hoy permanecen. Se cree que esta fue una de sus motivaciones para suplantar a la federación y lo logró con especial facilidad, puesto que estudio arquitectura en la ciudad rusa de Kazan, desde el 2018.
Jorge Eduardo Vásquez le habría servido como “entrenador” en la contienda en la que brillaron por su mal desempeño y de la que se perdieron el partido final, al ser enviados a Colombia, en donde deberán responder ante las autoridades y la Federación Colombiana de Baloncesto.
Qué se sabe sobre la participación del falso equipo colombiano en la contienda rusa
Christian David Mosquera Dura, un joven colombiano de 25 años, logró infiltrarse en la Copa de la Amistad, un torneo de baloncesto en Rusia, al hackear el correo oficial de la Federación Colombiana de Baloncesto (FCB). Esta maniobra permitió que Mosquera Dura y sus amigos viajaran a Perm, Rusia, para competir como si fueran una delegación oficial.
El engaño salió a la luz después de un partido entre el equipo local ruso y el supuesto equipo colombiano en el que se observaron grandes diferencias físicas entre los jugadores de ambas escuadras y un marcador extremadamente desigual de 155-53. Tras percibir irregularidades, los organizadores del torneo también recibieron una llamada de la FCB afirmando que no habían aprobado el viaje de ningún equipo colombiano y que podrían emprender acciones legales contra los responsables del evento.
Andrei Kirilinko, exjugador de la NBA y ahora representante de la federación rusa, expresó su desconcierto respecto a esta situación, al recalcar que todos los trámites se habían realizado a través del correo electrónico oficial de la FCB. Tras una investigación, se descubrió que Mosquera Dura había llevado a cabo la suplantación.
El torneo, que había sido un esfuerzo para que los atletas rusos no perdieran ritmo competitivo en medio del aislamiento deportivo mundial causador del conflicto entre Ucrania y Rusia, debió modificar su calendario y cancelar los partidos restantes del falso equipo colombiano. “Revisamos el calendario y el formato del torneo para garantizar una competencia más equilibrada y competitiva”, mencionó Kirilinko.
Desde la Federación Colombiana de Baloncesto, se anunció que emprenderán acciones legales por el uso indebido de su imagen y logos sin autorización, recalcando que nunca recibieron una invitación oficial para participar en el torneo y no autorizaron a ningun club o escuela de formación del país a participar.
La manipulación de información y la falsificación de identidad que permitió este insólito episodio en el cuadro de la Copa de la Amistad ejemplifican los desafíos inherentes a la organización de eventos deportivos en un contexto internacional complicado por conflictos bélicos y restricciones diplomáticas.
Samson Ruzhentsev, uno de los jugadores rusos, expresó su estupefacción al notar las notables diferencias entre equipos y los resultados descomunales: “En mi carrera nunca he ganado un partido con 100 puntos de diferencia”.
A medida que se esclarecieron los hechos, los organizadores tomaron decisiones inmediatas para recalibrar la competencia, subrayando la necesidad de reforzar mecanismos de verificación en eventos deportivos internacionales para evitar futuros incidentes de suplantación.
