El discurso feminista y en defensa de la independencia judicial pronunciado por Isabel Perelló fue la comidilla de los corrillos tras el acto de apertura del Año Judicial. La recién nombrada presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Supremo decidió no leer un texto genérico preparado días atrás para quien fuera el candidato que accediera al cargo y redactó el suyo propio horas antes de abrir el curso judicial ante el rey Felipe VI.
Según pudo saber Infobae España a través del entorno de Perelló, la primera presidenta del órgano de gobierno de los jueces quería destacar ese “hecho histórico” como piedra angular de su discurso, por lo que desechó el que estaba redactado, dado que no contemplaba la posibilidad de que la elegida fuera una mujer.
Perelló, magistrada de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, tampoco contemplaba hasta la recta final de las negociaciones convertirse en la candidata de consenso de los sectores progresista y conservador del renovado órgano de gobierno de los jueces. Todo fue a contrarreloj. Su nombramiento se produjo al mediodía del pasado martes, en la que era la última oportunidad de los vocales del CGPJ para llegar con un nuevo presidente al acto de apertura del Año Judicial, presidido por el rey.
Apenas 24 horas después, Perelló juró su cargo ante Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. Aún no había tomado una decisión sobre su primer discurso, un texto que iba a marcar el inicio de un nuevo ciclo de regeneración en la alta judicatura. Los titulares de la prensa y las crónicas de su nombramiento destacaron la ruptura de un techo de cristal que había permanecido intacto, en el caso del Tribunal Supremo, durante más de 200 años.
La primera presidenta del alto tribunal y el órgano de gobierno de los jueces no quería pasarlo por alto. Cayó la noche y redactó de su puño y letra, hasta bien entrada la madrugada, un discurso que ha tenido -como su nombramiento- una acogida positiva en la magistratura, a la que defendió con contundencia en la segunda mitad del texto.
Un discurso feminista
En la primera parte del texto, Perelló recordó que tras su nombramiento “queda mucho camino por recorrer”, pues las mujeres siguen siendo minoría en los altos cargos judiciales. Eso sí, quiso destacar que era una jornada “de reconocimiento y de agradecimiento a todas las mujeres de nuestro país que a lo largo de la historia han luchado por la defensa del derecho a la igualdad y por acabar con la inmerecida invisibilidad a la que se han visto sometidas las mujeres en los distintos ámbitos de la vida profesional y social”.
El segundo bloque del discurso pronunciado por la presidenta del CGPJ fue dirigido a defender la “independencia” del Poder Judicial. Dejó varios recados a la clase política: “Ningún poder del Estado puede dar indicaciones ni instrucciones a los jueces y magistrados”. En este escenario, dio su “compromiso” y el del órgano de gobierno de los jueces para, durante su mandato, velar por esa independencia.
Por delante tiene complejos e importantes retos. Uno de ellos es revertir la situación de colapso en los tribunales, especialmente en el Supremo, que padece de numerosas vacantes no cubiertas por el bloqueo del anterior CGPJ. Esa es la primera tarea de Perelló y así lo hizo saber en su discurso: “Una respuesta tardía no satisface la exigencia constitucional de que la tutela judicial sea realmente efectiva”.