En las últimas semanas, una ola de desapariciones de gatos ha conmocionado a los habitantes de la isla de Ré, situada en la costa atlántica de Francia. En los municipios de La Flotte y Bois-Plage, los dueños de estos animales han comenzado a notar un fenómeno inquietante: sus mascotas, algunas de ellas identificadas con microchip, han desaparecido sin dejar rastro.
Este misterioso incremento en los casos ha llenado las redes sociales de publicaciones de personas desesperadas buscando a sus felinos, mientras que las asociaciones protectoras de animales comienzan a alzar la voz ante una posible situación alarmante. Según reportes de medios locales, al menos 20 gatos se encuentran desaparecidos desde abril de 2023.
Los testimonios de los propietarios afectados destacan el nivel de preocupación y frustración, según recoge France 3. Michèle Butot-Courtois, cofundadora de la asociación Chats Boitais Libres, cuenta que ha perdido a su propio gato, un felino negro, y asegura que no descansará hasta encontrarlo. Como ella, otros dueños han expresado su angustia. Piérette, una residente local, relata cómo su gato Miaou desapareció y, a pesar de haber recorrido todos los rincones del bosque en su búsqueda, no ha podido encontrarlo.
La situación es similar para Danielle Le Floch, quien en un solo día perdió a dos de sus gatos, ambos blancos. A esta lista de casos se suma el de Chloe, que busca a su gata Scarlet, una valiosa Maine Coon que, según ella, podría haber sido robada por su alto valor de mercado, llegando a costar hasta 1.500 euros.
Principales hipótesis
Ante el creciente número de desapariciones de gatos, los propietarios y asociaciones han comenzado a plantear diversas hipótesis sobre lo que podría estar ocurriendo. Una de las teorías más inquietantes sugiere que los animales están siendo secuestrados con fines de tráfico. En este sentido, desde Chats Boitais Libres temen que algunos de los felinos estén siendo capturados para su cría o por sus pieles, afirmando que podrían haber sido asesinados.
Otros, como en el caso del dueño de Miaou, consideran que el tráfico de animales es una posibilidad real, alimentado por el valor económico que tienen ciertas razas, como los Maine Coon. Estas teorías apuntan a una operación organizada, posiblemente concentrada en ciertas áreas de la isla.
Ante la inquietud generada por la desaparición de los gatos en la isla de Ré, las autoridades locales y las asociaciones protectoras de animales han instado a los dueños de mascotas a actuar rápidamente. Se les ha recomendado presentar denuncias formales ante la policía en cuanto detecten la desaparición de sus animales, con el fin de que se pueda abrir una investigación.
Aunque las pistas son escasas y el fenómeno sigue siendo un misterio, tanto las autoridades como las asociaciones sugieren que una mayor participación ciudadana podría ayudar a desvelar el paradero de los felinos. Natacha Cantat, propietaria de un refugio de animales en Saint-Martin-de-Ré, ha informado de un aumento considerable en las llamadas de personas desesperadas buscando a sus gatos, lo que refleja la gravedad de la situación.