El Gobierno del Reino Unido tildó este viernes de “completamente infundadas” las acusaciones vertidas por Rusia contra seis diplomáticos británicos en Moscú a quienes el Ejecutivo ruso canceló sus acreditaciones.
En un escueto comunicado, el Foreign Office reaccionó a la decisión adoptada por el ministerio de Asuntos Exteriores ruso de suspender las credenciales al detectarse “indicios de actividades de espionaje y sabotaje”.
“Las acusaciones hechas hoy por el FSB (Servicio Federal de Seguridad ruso) contra nuestros empleados son completamente infundadas”, apuntó un portavoz de Exteriores.
La misma fuente oficial agregó que “las autoridades rusas revocaron el pasado mes las acreditaciones diplomáticas de seis diplomáticos británicos en Rusia a raíz de medidas tomadas por el Gobierno del Reino Unido como respuesta a la actividad dirigida por el Estado ruso por Europa y el Reino Unido”.
El Gobierno de Londres subrayó asimismo en su reacción que “no tiene remordimientos a la hora de proteger los intereses nacionales”.
La decisión de revocar los permisos fue adoptada en base a la documentación aportada por los servicios de seguridad y “en repuesta a las numerosas acciones inamistosas de Londres”, según indicó, por su parte, una nota del FSB.
Medios británicos apuntan que, al parecer, los seis diplomáticos abandonaron Rusia hace semanas y ya han sido reemplazados.
La acusación de Rusia
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) anunció este viernes la retirada de la acreditación a seis diplomáticos de la embajada británica en Moscú, acusándolos de espionaje y de representar una “amenaza a la seguridad” del país.
Según el FSB, los representantes británicos estaban involucrados en “actividades subversivas e inteligencia” y se les responsabiliza de coordinar una escalada de la situación política y militar internacional. El organismo aseguró contar con pruebas documentales que vinculan a Londres con estos actos.
“Londres nos envía oficiales de inteligencia como cónyuges diplomáticos y se utiliza a niños pequeños para encubrir actividades de espionaje”, dijo un oficial del FSB en condiciones de anonimato a la televisión estatal rusa.
Precisó que los diplomáticos privados de acreditación son tres hombres y tres mujeres.
“El clásico espionaje británico, divertido de ver, pero ya era demasiado”, dijo el oficial de inteligencia ruso.
El órgano ruso señaló directamente al Departamento para Europa del Este y Asia Central del Ministerio de Relaciones Exteriores británico como el principal responsable de estas acciones, afirmando que su objetivo es infligir una “derrota estratégica” a Rusia.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, María Zajarova, respaldó las acusaciones, afirmando que los diplomáticos británicos “excedieron los límites” establecidos por la Convención de Viena, que regula las relaciones entre países.
“Pero lo más importante es que no estamos hablando sólo del lado formal del problema y del incumplimiento de las actividades declaradas, sino de acciones que buscan causar daño a nuestro pueblo”, subrayó.
(Con información de EFE y AFP)