El próximo domingo 15 de septiembre se conmemora el primer aniversario de la muerte del pintor y escultor colombiano Fernando Botero, uno de los artistas más reconocidos a nivel mundial por sus icónicas figuras voluminosas y su estilo inconfundible. El artista antioqueño falleció a los 91 años en Mónaco, producto de una neumonía, apenas cuatro meses después de la muerte de su esposa, Sophia Vari.
Tras su fallecimiento, sus hijos Fernando, Lina y Juan Carlos Botero, asumieron la responsabilidad de preservar su legado, para lo cual vienen adelantando distintas acciones, siguiendo las instrucciones de su padre antes de fallecer. Así lo dio a conocer Fernando Botero Zea, el mayor de sus hijos, en conversación con Infobae Colombia.
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El empresario se comunicó desde Roma, ciudad en la que están por lanzar una ambiciosa exposición que se tomará la capital italiana para recordar la obra de Botero. Por un lado, ya se exhiben en varios puntos clave de la ciudad ocho de sus reconocidas esculturas, que servirán como abrebocas para la inauguración el próximo 16 de septiembre de la exposición La Grande Mostra, que tendrá lugar en el Palazzo Bonaparte de Roma. Allí se exhibirán 120 obras de Botero, hasta enero de 2025.
“Hemos estado trabajando muy arduamente en lo que él mismo nos dejó como una instrucción, en el sentido de organizar exposiciones, exposiciones, exposiciones”, señaló Botero Zea, remarcando que el artista tenía claro que la mejor manera de preservar su legado era exhibiendo su obra constantemente. De ahí que el empresario confirmara que ya se adelantan planes para llevar sus obras a ciudades como Guangzhou, Shenzhen, Shanghái y Hong Kong en 2026, como parte de una ambiciosa exposición itinerante por China. Además, se adelantan gestiones para realizar muestras en Arabia Saudita para 2027, así como otros destinos que incluyen Singapur, Emiratos Árabes, Bélgica y varias ciudades de España.
En cuanto a La Grande Mostra, Botero Zea describió la curaduría de las 120 obras elegidas como “una combinación muy interesante de tener las obras más famosas y más conocidas del maestro Botero, y a la vez una parte importante de su obra inédita, la que hizo en los últimos años de su vida, que coincide con la pandemia. Es una combinación de lo viejo, conocido y famoso, con lo nuevo, desconocido e inédito”, dijo.
Entre los proyectos más relevantes emprendidos tras la muerte de Botero se incluye la creación de la Fundación Fernando Botero. Es a través de ella que se gestionan las exposiciones alrededor del mundo, así como la recopilación de todo su acerbo de bocetos, documentos y libros con fines académicos y filantrópicos, que comprende 75 años de trayectoria y en el que siguen trabajando sus hijos. “Estamos con la idea de crear un catálogo razonado. Es un proyecto titánico, enorme, colosal. Estamos estudiando diferentes mecanismos y entidades para hacerlo. Pero estamos comprometidos a hacerlo para lograr un inventario exacto de todo lo que hizo en óleo, dibujo, escultura…”, comentó.
Otro de los aspectos por los que destacó la figura de Botero fue por su filantropía, algo que no dudó en destacar su hijo. “El testamento, que es muy breve, empieza con una solicitud que nos hace a mí y a mis hermanos de no olvidar a los niños pobres de Colombia y el problema del hambre. Me impresiona mucho que él hubiera tenido esa preocupación tan manifiesta. Nos dejó instrucciones de seguir con su obra filantrópica y altruista”, declaró. “Nos impresionó mucho darnos cuenta de que él era benefactor de una cantidad importante de causas en Colombia. Ancianatos, comedores infantiles… proyectos de gran contenido social, y siempre buscando ser el benefactor anónimo. Me impresionó mucho”.
A un año de su muerte, la figura de Fernando Botero sigue provocando admiración y un impacto profundo en los amantes del arte, siendo uno de los pocos que puede presumir de lograr que su producción artística sea apreciada más allá de cualquier barrera cultural.